La AD Ceuta, que no había convencido a nadie en sus dos
primeros partidos en el Alfonso Murube ante el Mérida y el
Marbella, jugó ayer sus mejores minutos ante el todopoderoso
Córdoba, que se vio superado por los ceutíes en la primera
parte, pero fue incapaz de embolsarse los tres puntos y
sigue sin firmar una victoria después de seis jornadas de
Liga. La situación de los caballas es preocupante porque no
es un problema de actitud sino de aptitud. Los jugadores
elegidos por Carlos Orúe para medirse al Córdoba corrieron,
pelearon, lo intentaron todo, pero volvieron a despistarse
en defensa en momentos puntuales y demostraron sus carencias
en la zona de creación. El Ceuta estuvo más ordenado, salió
enchufado desde el pitido inicial, consciente de la
importancia de marcar primero, y dispuso de alguna ocasión
en la primera media hora; no la aprovechó y bastó un
destello de calidad de David Arteaga para que el equipo de
Pepe Escalante se pusiera por delante en el marcador con la
ley del mínimo esfuerzo. Los cordobesistas marcaron un
segundo gol por medio de Javi Moreno, que Dávalos Sánchez-Pedreño
anuló por fuera de juego del ‘nueve’ valenciano, aunque un
par de minutos antes Diego Herrera demostró que no es el de
la temporada pasada al cabecear fuera un medio centro de
Alfonso.
Con el gol en contra el encuentro se le puso muy cuesta
arriba al grupo de Orúe, que no está en estos momentos para
remontadas, pero herido en su amor propio porque había sido
superior a su rival en los primeros treinta minutos apretó
los dientes y buscó con fe el empate. De Gomar forzó una
falta en la frontal, que lanzó Javi Navarro con mucho
peligro para la portería de Valle, que se quitó el balón de
encima como pudo. En el 40 el buen portero del Córdoba no
pudo evitar el empate. Alfonso, más entonado que en otros
partidos, sirvió un balón de oro a Javi Navarro, que batió a
Valle de tiro cruzado. El partido estaba muy abierto, aunque
en los últimos minutos de la primera parte fue el Córdoba el
que merodeó por el área de Basauri; en el 42 el portero
vasco, que quizás tardó en salir ante Arteaga en la jugada
del primer gol, le ganó la partida en el ‘uno contra a uno’
a Asen, el pichichi el año pasado del grupo cuarto y salvó a
su equipo de irse en desventaja al descanso.
En la segunda parte el ritmo decreció, el Ceuta perdió
frescura y llegada y el Córdoba pareció conformarse con el
empate. Orúe trató de reactivar el juego ofensivo con los
hermanos Narváez, pero el doble cambio no surtió el efecto
deseado. David lo intentó en el minuto 22, pero se encontró
con la mano de Valle que despejó el cuero por línea de
fondo. Mario, que se había incorporado al ataque, remató a
la media vuelta en el 28 y Sandro, en el segundo palo, no
llegó por poco. Escalante sacó a Julio Pineda y Esteban
porque tampoco le convencía el juego de su equipo en el
segundo tiempo y Orúe agotó el cupo de cambios con Dani
Olsson. El sueco se situó en la izquierda y Javi Navarro
pasó a jugar en la mediapunta por detrás de David Narváez.
El Ceuta, que había cambiado el sistema al apostar por el
5-3-2, recuperó con la entrada de los Narváez el 4-4-2.
Dani Olsson pudo convertirse en protagonista cuando agarró
dentro del área un zapatazo que despejó Valle. En los
últimos minutos el Córdoba se sacudió el dominio infructuoso
de los caballas y Javi Moreno, muy apagado, se dejó ver con
dos remates. El primero desde la frontal lo detuvo Basauri y
el segundo a balón parado obligó al meta vasco a meter los
puños para despejar por encima del larguero. No hubo tiempo
para más. El Córdoba, un claro aspirante al ascenso por
presupuesto y por plantilla, hizo los justo para repetir el
resultado de la campaña pasada, mientras el Ceuta mejoró su
juego y se dejó la piel en el campo debiendo conformarse con
un empate que le sirve de poco, después de llegar a este
partido con un cero en el casillero de victorias.
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