Era una batalla perdida de antemano. Las autoridades
marroquíes dijeron hace algunas semanas que no aceptarían
que los todoterrenos entrasen a través del paso de El
Tarajal porque no reconocen a Ceuta como frontera española y
así será.
El Ministerio del Interior, dirigido por Alfredo Pérez
Rubalcaba, anunció el miércoles que los vehículos entrarían
en Marruecos a través de Ceuta y apenas tres días después se
retracta de sus palabras y cede a las presiones del país
vecinos aduciendo “problemas burocráticos”.
A pesar de las múltiples críticas y especulaciones que
circularon en torno al porqué de esta inmovilización de los
vehículos durante tantos días, el Gobierno central quiso
disipar las dudas explicando que la partida de vehículos no
estaba completa y que por ello no se había procedido a la
entrega de los mismos.
Los 84 vehículos que esperaban en el aparcamiento de la
estación marítima de Ceuta su turno para cruzar, vía
terrestre, a Marruecos, finalmente serán embarcados de nuevo
rumbo a Algeciras para tomar un nuevo ferry que los lleve,
esta vez, hasta el puerto de Tánger donde las autoridades
marroquíes no tendrán problema alguno en recibirlos.
Así pues los 240 vehículos todoterreno de la marca Nissan
que aguardaban el visto bueno de Marruecos para poder cruzar
la frontera entrarán desde Algeciras, el último puerto
meridional español que el país vecino reconoce como frontera
de nuestro país.
Estos vehículos son una donación del Gobierno español a las
autoridades marroquíes fruto de los acuerdos suscritos con
la Unión Europea para la vigilancia de los perímetros
fronterizos de cara a frenar la inmigración ilegal. Con
estos vehículos Marruecos podrá recorrer sin problemas los
casi 20 kilómetros de frontera terrestre que tiene con
España: ocho kilómetros con Ceuta y once con Melilla.
El presidente de esta Ciudad Autónoma ya ironizó el
miércoles sobre esta situación, que calificó de “disparate”,
al pedir que se rechazasen “a todos los inmigrantes
marroquíes que vienen de Europa vía Ceuta y Melilla”.
El dirigente popular, Juan José Imbroda, instó entonces a
Marruecos a preocuparse de otras cuestiones más acuciantes
para su país al tiempo que destacó lo positivo que resultan
las fronteras de ambas ciudades autónomas tanto para un país
como para otro ya que de ellas se “benefician” los
ciudadanos tanto de un lado como del otro.
|