“Los días son cortos, las noches
son largas, el viento del Norte, sopla en la ventana…”. La
antigua nana describe un otoño puramente convencional, nada
que ver con las calorinas que estamos padeciendo en el
litoral malagueño y que nos tienen sudorosos y agotados.
Será que, el cuerpo humano se fabricó para seguir los ciclos
de la naturaleza y vivir las cuatro estaciones de toda la
vida, las de cuando no existía el agujero de la capa de
ozono y se podía tomar el sol impunemente sin riesgo de
manchas ni de melanomas. Pero la naturaleza anda despistada
por mor del cambio climático y da bandazos descompasados,
hasta el punto de que aquí ha comenzado la campaña contra la
gripe y la gente se va de la playa, semidespelotá, al
dispensario a que le pongan la banderilla antigripal. ¿Qué
si yo pienso que es eficaz? Pues no lo sé, dicen que si,
aunque el virus cambia, muta y dicen que las cepas no valen
de un año para otro, pero algo debe prevenir, eso si, sin
dejar de tomar Inmunoferón y vitamina C para tener las
defensas en plan kung fu ante ataques víricos o bacterianos.
Pero comienzo este Otoño con disgusto por culpa del Pepé. Ya
ven, han salido unas listas diciendo que, todos los alcaldes
populares repiten, es decir que no hay recambios ni
alternancias en el poder y tendremos a los mismos sujetos.
En el caso de Ceuta es normal porque Vivas es muy encantador
de serpientes. En el de Málaga no se comprende existiendo
gente joven de recambio como el desaprovechado senador
Damian Caneda, de todas formas, en casi la totalidad del
litoral mediterráneo podríamos ahorrarnos las votaciones
políticas y votar directamente a las grandes constructoras
que son quienes están llenando de cemento cada milímetro,
las que especulan y las que parten el bacalao.
Mala cosa la falta de alternancia política y el que,
palmeros y mariachis se aferren como fieras a sus puestos y
le doren la píldora a los de la Ejecutiva para seguir,
proseguir y eternizarse en el cargo. Lo que supone que,
cualquier nueva adquisición política es pura fantasía y los
cazatalentos, sencillamente, no existen en la cosa del
politiquerío, eso se deja para las grandes empresas y para
las multinacionales. Craso error. Siempre he dicho y diré
que, en el PP, los políticos del futuro no hay que
buscarlos, ni entre los pijines de Nuevas Generaciones ni en
los apellidos rimbombantes, sino en los bachilleratos
nocturnos, entre los mileuristas becarios, entre biólogos,
médicos de cabecera reventaítos de pasar consulta ,
filósofos, escritores, ingenieros brillantes y sobre todo en
personas con una Inteligencia Emocional del copón y lo
suficientemente libres y liberadas como para negarse a
practicar el vasallaje y a agitar el botafumeiro. El PSOE es
un coto cerrado donde se puede colar algún tipo semimarginal
de la canción o de las artes o algún funcionario
sobradamente fiel y adepto. Los grandes partidos españoles
son monolíticos e inmovilistas, ven con ojos atravesados los
cambios y con franca antipatía la irrupción de sangre de
refresco. Nadie “excesivamente” inteligente es bien aceptado
en el sancta sanctorum de ninguna Ejecutiva y si, encima
aparece alguien brillante o carismático, los partidos se
repliegan y se cierran herméticamente. Será que, los que han
hecho de la cosa pública una forma de vida detestan las
novedades susceptibles de zarandear, no sus sillones, sino
su medio de subsistencia. Hay una especie de enquistamiento
en los puestos y por supuesto, en las ideas y en los ideales
y el que se mueva no sale en la foto.
¿Qué me cuentan? ¿Se prevén muchos cambios en las listas
electorales ceutíes? Ya saben que, “Quien va a Sevilla
pierde su silla” o al menos eso se decía en mis años
infantiles, cuando las distracciones eran escasas y lo poco
que había nos lo teníamos que inventar. Como el acunar a
nuestras muñecas, que pasaron del cartón piedra a la
porcelana y de la porcelana al plástico, acunarlas con la
nana de “Los días son cortos, las noches son largas…”
Y en mi pueblo otoñeábamos paseando, primero los judíos que
sabadeaban y luego los católicos que domingueábamos a la
salida de la misa de doce, las niñas con el Misalito Regina
en las manos y algunas mujeres guardando sobre el pelo el
velo de pico de encaje negro sujetado con alfileres de
cabeza de perla. Bajo el reinado de Mohamed V,que Dios tenga
en su gloria, aunque nos trataba a los rifeños regular, no
se planteaba la alternancia de los puestos políticos ni
había “numerus clausus” de aceptación de listillos en el
seno de las formaciones. Porque no había partidos políticos,
ni aquí ni allí, aunque en España estaba oficialmente el
Movimiento aunque nadie se movía y la gente vivía viéndolas
venir.
“Obedecer y no destacar” Esa es la cuestión. Y quien se ciña
a las normas no escritas podrá sobrevivir prácticamente a
perpetuidad aferrado al carguillo o al cargazo y aspirando a
ser “mano derecha” del Poderoso de turno, para así tener al
menos, con una mano ocupada, la singular ocasión de dejar,
por imposibilidad física manifiesta, de actuar de palmero.
No obstante, palmas se pueden hacer hasta con las orejas. Y
más si se toman ansiolíticos y antidepresivos, que está
sobradamente comprobado que hacen crecer los pies y los
orejones. ¿Qué grosería están murmurando? ¿Qué si hacen
crecer también los cojones? Bueno, pues francamente no lo
sé. A servidora solo le han crecido los pinrrelillos dos
números y las orejas lo suficiente como para ahorrarme la
felpa y sujetarme con ellas las greñas.
Pero olvídenme, porque estoy de pésimo humor. Mis
expectativas se ven frustradas y eso me hace infeliz. Yo
quiero a gente nueva, a nuevas adquisiciones peperas ¿JASP?
¿Jóvenes aunque sobradamente preparados? O viejos, o
adolescentes, o lo que sea, pero que sea ilusionante, que
cuando hable nos sintamos seguros y felices, que nos de
esperanza. Eso si, con su miajita de populismo, ni “el hijo
de…” ni el “muy recomendado por…”Nada de enchufados ni de
nepotismo de baratillo. Ya saben como salió el “exitoso”
experimento con el hijo de Suárez, el “Suarín” que no lo
hacen más simple, más tonto, ni más pijo ni de encargo y así
nos fue en Castilla La Mancha, que se reían de nosotros
hasta las liebres. Otoñéa y estoy francamente decepcionada
con mi nuevo antidepresivo, el Dobupal 150 porque el estrés
de dieciséis horas de trabajo lo atempera y atenúa, pero
para mi que da agotamiento psíquico, algo como psicoastenia
y si sigo con psicoastenia demandaré al laboratorio por
enfaóso y por mierda.
Un otoño de novedades en las listas, en plan tsunami
político e intelectual o terremoto espitirual. Ideología
clara, sin complejos y sin seguidismo y cada cargo con un
día semanal de atención a la ciudadanía y teléfono abierto
también un día para consultas y reclamaciones. Utilizaré el
cursi símil de la caída de las hojas doradas para desear que
se caigan de las listas los que hoy son “futuribles” y
vasallos intachables y que entre gente nueva antivasalla,
gente incómoda porque se sabe que jamás tocará el violín en
ningún mariachi, pero personas capaces de ilusionar, de
hacer reír y llorar, de enfurecer y de encantar. “Un otoño
de amor y de pasión” Título de una novela de Corín Tellado y
yo digo lo mismo, que las listas nos enamoren y nos
apasiones.
|