Muchas veces, en fútbol no se sabe que es mejor, si marcar
primero y dejar que el rival vaya a remolque en el marcador
o ver como tu rival se te adelanta en el mismo, y que sean
‘los tuyos’ quienes tengan que llevar la iniciativa en el
juego. Eso es lo que pensaba Damián Torres cuando abandonaba
ayer el campo del José Benoliel...
Un gol nada más dar comienzo el encuentro dio una ventaja al
Goyu-Ryu de la que pudo sacar rendimiento, a pesar de que
dejó a su rival llevando la iniciativa en el juego, sobre
todo en la primera mitad, tras adelantarse el Goyu-Ryu en el
marcador. El tanto fue obra de Jorge que aprovechó el
rechace del portero Isco para desigualar la contienda.
El cambio de entrenador en las filas del San Juan, no
parecía que iba a surgir efecto, dado que de inicio ya iban
perdiendo, pero el equipo no se descompuso, y se aprovecho
del exceso de confianza y la relajación del Goyu-Ryu.
Los de Aznalfarache controlaron el juego y comenzaron a
aproximarase a las inmediaciones de la meta de Samu. Las
primeras ocasiones no fueron realmente con excesivo peligro,
pero con el correr del cronómetro,la puntería de los
sevillanos empezaba a afinarse.
En el minuto 16, Marcos avisaba a Samu de que sus
intenciones eran las de marcar, pero su remate a puerta
salió ligeramente desviado, y un minuto más tarde el mismo
jugador volvía a intentarlo, pero su disparo de nuevo se iba
lejos de las mallas.
Damián Torres veía como el rival se iba creciendo por
minutos, y un lanzamiento de falta estuvo a unos centímetros
de convertirse en el primer tanto sevillano. Rubén superó la
barrera formada por cuatro gimnastas, pero el esférico fue a
pasar por encima del larguero.
Y con el uno a cero, conseguido en el minuto tres de juego,
ambos equipos tomaron el camino de vestuarios.
En la reanudación, los sevillanos bajaron la intensidad en
su juego de ataque, y la reprimenda que el técnico gimnasta
debió de dar a los suyos en la caseta surgió algo de efecto,
porque las primeras ocasiones fueron de los amarillos. Pero
el partido se convirtió en un carrecalles y las ideas se
tornaron espesas, hasta que en el 77 llegó la mejor jugada
del encuentro.
Maki inició una jugada, en el centro del campo, pasó a
Miguel en banda izquierda, este centra al segundo palo,
donde Cristian Salcedo remata a puerto. Despeja el portero,
Jesús recupera y sólo ante el portero cede atrás a Maki,
quien marcó el segundo del Goyu-Ryu.
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