En zona de descenso después de encadenar dos dolorosas
derrotas ante el Marbella y el Melilla, el Ceuta de Carlos
Orúe llega a la sexta jornada con la obligación de
‘estrenar’ su casillero de victorias si no quiere meterse en
más problemas. Los caballas, que no están respondiendo a las
expectativas creadas en el arranque de la Liga, necesitan un
golpe de efecto para demostrarse a sí mismos que pueden
aspirar a mucho más, aunque probablemente las eliminatorias
de ascenso sean inalcanzables, salvo que el equipo
blanquinegro dé un giro de ciento ochenta grados en las
próximas jornadas.
El Córdoba, al que por presupuesto (entorno a los seis
millones de euros) y por plantilla se le exige el ascenso,
supondrá una prueba de fuego porque ha empezado muy bien el
Campeonato con tres victorias, un empate y una sola derrota,
10 goles a favor y 6 en contra.
Orúe, que cuenta con todos sus efectivos una vez recuperados
de sus dolencias musculares Juanma y Krios, aunque el griego
se ha quedado fuera de la lista, puede apostar por Basauri;
Amézaga o Juanma, Mario, Sandro, Alfonso; Amézaga o Sergio
Narváez, Víctor Vía, Diego Ramírez, Javi Navarro; De Gomar;
Diego Herrera. El jerezano tiene claro que para derrotar al
Córdoba deben salir enchufados, atar en corto a los puntas
rivales y no permitir que Germán y Arteaga ‘exploten’ las
bandas. El Ceuta saldrá motivadísimo, para no darle respiro
al conjunto de Pepe Escalante, y si es capaz de dejar su
portería a cero tendrá sus opciones. Marcar primero puede
resultar clave porque el equipo blanquinegro, que tan solo
ha marcado dos goles, no está sobrado en ataque ni parece
preparado para remontadas.
El Córdoba llegó anoche con los siguientes jugadores: Javi
Cuadra, Valle, Pierini, Guzmán, Pineda, Antonio, Navarro,
Dani, Rubén, Arteaga, Javi Flores, Asen, Carrión, Aurelio,
Esteban y Javi Moreno.
Quedan fuera de la convocatoria Hugo Filipe, Villa,
Soderström, Verza y Diego Reyes, que ayer recibió el alta
médica.
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