Ayer apareció en prensa una
realidad sin bisos de sensacionalismo ni de truculencia: el
veinte por ciento de la población vive bajo el nivel de la
pobreza, los que más los pensionistas, los gitanos, los
profesionales de la mendicidad rumanos, el contingente de
inmigrantes ilegales que no acaban de ser repatriados y
todos aquellos que apenas subsisten con menos de quinientos
euros al mes. Y la cosa viene de largo. Cuando gobernaba el
PP era más perentorio costearle un multimillonario
aeropuerto a Yasser Arafat para que aterrizara con su avión
privado que atender las necesidades de los pobres ¡Que
monería de gesto solidario! ¡Y lo bien que quedaron nuestros
gobernantes! Luce más ser espléndido con grandes gestos que
atender a la vieja que tiene que salir a mendigar porque la
paga no le llega a final de mes. Lo cierto es que, con el PP
los viejos andaban tan jodidos como ahora y al Arafat, los
samuelitos, que son como son y las gastan como las gastan,
le jodieron el aeropuerto a bombazo limpio. Pero no hay
grandes diferencias a la hora de ignorar calamidades entre
los grandes partidos. Mola más esa cooperación internacional
que consiste en quitarles el dinero a los pobres de los
países ricos para regalárselo a los ricos de los países
pobres. Hacer caridades exteriores es una auténtica monería.
¡Queda de fino!.
Un veinte por ciento sobrevive malamente con menos de
quinientos euros mientras, la Presidenta de la Comunidad de
Madrid, se queja de que no llega a fin de mes con su sueldo
de cinco mil euros y encima escribe un libro de memorias, o
una autobiografía, o una pamplina contando los cuatro
aburrimientos de las correctísimas y atildadísimas
batallitas internas del PP. ¿Pero que coño tendrá que contar
esa privilegiada? Su marido es título nobiliario, es niña
bien desde que la parieron, volverá a ser ministrable cuando
regresen los populares porque es un partido donde no admiten
a gente de refresco si no viene muy recomendada o con un
apellido muy rimbombante.
Una finca privada. Igualito que el PSOE que también es muy
coto de caza- reservado el derecho de admisión. Pero el caso
es que, los noticiarios, han dedicado más espacio a la
presentación del libro de Esperanza, que iba con una
chaqueta muy chic, pese a los escasos cinco mil euros y el
acto fue tan relamido, políticamente correcto y cursi,
gracietas de Rajoy incluidas, que opacaba la dura realidad
de ese veinte por ciento de pobres, que se dice
“desfavorecidos” o “en riesgo de exclusión social” que es
más elegante. Pues, lo siento, o mejor dicho, no lo siento,
muchos nos encontramos infinitamente más cercanos a
cualquier madre, esposa o hija que esté pasando
dificultades, que no le llegue ni le alcance, que no levante
cabeza, que lleve una vida de puta pena, nos sentimos más en
su honda. que en la honda de los exquisitos que se sentaban
realzando la presentación de la última monería de la
agraciada Presidenta, que iba con un look elegante a la par
que sencillo y maquillada con discreción. Y he vuelto a
pensar que, todos los partidos, con sus enchufismos y sus
clientelismos, se equivocan, al pueblo nos gustan las
personas que vienen de vuelta, de haber sufrido y estar para
contarlo, de haber crecido y estar para reconocerlo. Gente
real con vidas reales, como es la vida, que no es una
monería.
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