El poder desgasta. El poder
corroe. El poder es tan potente que puede llevar, al que lo
tiene, a convertirse en un ególatra que sólo vive por y para
el poder y piensa, además, que después de él nadie podrá
jamás gobernar la nave que durante años, tan sabiamente ha
llevado a través de los mares de la política. ¡Que error,
que gran error!. Que diría Ricardo de la Cierva. Los
gobernantes que así piensen, no están más que a un paso de
convertirse en dictadores.
La democracia ha creado mucho de estos dictadores, que de
momento, están encubiertos tras la careta de la falsedad
para aquellos que no les conocen. Para los que les conocen,
no es un secreto que están ante un dictadorcillo de pocas
luces, que quiere jugar a ser político sin tener ni... idea,
pero que con la llegada de la democracia ha tenido la
oportunidad, gracias a algunos equivocados, de llegar a un
partido y, sin que nadie se pueda dar explicación alguna,
convertirse en el referente del mismo. Vivir para ver. La
Democracia nos trajo libertad pero, también, proporcionó a
todas esta fauna la oportunidad de gobernar en ella.
Toda esta fauna, a la que me estoy refiriendo, son las que
conforman todos aquellos que tienen la gorra y el pito con
mando. Ellos imponen el ordeno y mando en el partido en el
que están desarrollando su mandato, sin que nada ni nadie,
sea capaz de frenar ese régimen dictatorial que impusieron
en cuanto se apoderaron de la gorra y el pito y que, hoy
día, siguen imponiendo dando ordenes a diestro y siniestro.
Y pobre de aquel que no sea capaz de cumplir las ordenes
emanadas por los componentes de esta fauna. Ese, en el
partido, ha escrito su epitafio.
Políticamente, todos los componentes de esa fauna con gorra
y pito de mando, son auténticas nulidades y es, por esa
ignorancia por l a que se agarran como a un clavo ardiendo
al régimen dictatorial, que les puede llevar a seguir
mandando y, de alguna forma, ocultar la ineptitud que tienen
,todos ellos, para ocupar puestos de mando en partido
alguno. Así les crece el pelo, a aquellas tierras, que se
encuentran con el mandato de los pertenecientes a esta
faunas de inútiles dictadorcillos baratos.
Todos ellos, con suma paciencia, van colocando sus “peones”
dentro del entramado del partido al que pertenecen y cuando
algunos de los políticos quieren reaccionar ya es tarde los
tienen, a todos ellos, bajo su mandato. Así que si algunos
quieren sacar los píes del plato les dicen “ajo y agua”
porque, aquí, quienes mandamos somos nosotros.
Ese es el gran problema, con el que se encuentran los
políticos de verdad, que se convierten en auténticos
esclavos de todos estos inútiles de la gorra y el pito con
mando, a quienes terminan dándoles las gracias por todo
cuanto les deben.
Y uno se pregunta ¿qué es lo qué les deben los políticos de
verdad, algunos de ellos ganando las elecciones con su sólo
nombre sin necesidad de ayuda alguna, a toda esa fauna de
inepto y dictadorcillos baratos?. No les deben absolutamente
nada, pero los tiene cogidos por los “cataplinez”. Tan
cogidos los tienen que, algunos de ellos, van a tener que
llevar en su listas, a algún miembro cercano al Imserso.
Renovarse o morir. Me da la risa.-
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