La asistencia sanitaria a los inmigrantes le supone al
Ingesa en Ceuta un gasto superior a 1,8 millones de euros
tanto si se trata de inmigrantes que se acogen a la Ley
4/2000 como si se trata de marroquíes que cruzan la frontera
para recibir tratamiento médico a través del servicio de
urgencias. Estos son parte de los datos que la subdirectora
provincial de Asistencia Sanitaria del Instituto Nacional de
Gestión Sanitaria, Ana Álvarez, presentó ayer en el
transcurso de su ponencia en el marco de las V Jornadas del
Área de Salud de Ceuta.
La Ley 4/2000 regula los derechos y libertades de los
extranjeros en España y su integración social y dedica el
artículo doce a la definición de aquellos que tienen derecho
a la asistencia sanitaria: los residentes en España, los
menores de 18 años y las embarazadas así como aquellos
extranjeros que se encuentren en España y necesiten atención
sanitaria de urgencia.
Según esta ley, los extranjeros pueden acceder a los
servicios del Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS)
a través de distintos mecanismos: el acceso al mercado
laboral, las ayudas que reciben aquellos que acrediten no
tener recursos y pagando una cuota mensual de 87 euros en el
caso de que sí se disponga de recursos y no se esté
trabajando aunque de este último apartado no se contabiliza
ningún caso en Ceuta.
Ciudad Autónoma
Tras las primeras pinceladas acerca del ámbito de aplicación
de esta ley, Álvarez se centró en la situación que se da en
Ceuta donde además de la atención a inmigrantes residentes
existe una gran demanda de cobertura asistencial por parte
de menores y embarazadas marroquíes residentes en Marruecos
que cruzan la frontera para hacer uso de los servicios
sanitarios de la Ciudad Autónoma.
En este caso, apuntó, “no estamos ante inmigrantes sino ante
ciudadanos extranjeros que no son residentes fijos ni
temporales en Ceuta y que tampoco tienen situación de
estancia legal en la ciudad mediante un visado”. Este
colectivo es precisamente el causante del gran gasto
sanitario al que debe hacer frente el Ingesa ya que no están
contemplados en la Ley 4/2000. “Ésta es una ley pensada para
integrar a extranjeros que vienen a nuestro país a residir y
estas personas de las que hablamos no son inmigrantes ya que
están perfectamente integrados en otro país”, explicó.
Sin embargo, debido a la peculiar situación que se vive
tanto en Ceuta como en Melilla “la Ley nos afecta de una
forma distinta y ésta es una situación difícil de controlar
ya que la demanda asistencial es muy elevada, algo que desde
el punto de vista humano es lícito pero que tiene una gran
repercusión en Ceuta porque supone un gasto económico muy
importante”.
Sólo en 2006 se estima que el gasto en asistencia sanitaria
de Atención Primaria a inmigrantes indocumentados ronde los
185.000 euros. Hasta el mes de octubre el gasto fue de
154.142 euros en 2.083 asistencias. El gasto en este
apartado ha ido incrementándose anualmente desde los 111.296
euros de coste del año 2003.
Sin embargo, aquellos que se han acogido a la Ley “generan
menos asistencia”. En 2006 supusieron un gasto de 131.387
euros. Entre estos, el acumulado de asistencias desde la
entrada en vigor de la Ley, en el año 2000, registra a: 778
menores, 150 embarazadas y 791 empadronados.
El año pasado, los 1.606 menores que fueron atendidos en los
servicios de urgencia y que no disponían de tarjeta
sanitaria generaron un gasto al Ingesa de 289.372 euros; las
1.492 embarazadas 338.953 euros y el resto de inmigrantes
que cruzó la frontera para recibir asistencia sanitaria en
los centros de salud o en el hospital civil (6.186)
supusieron un gasto de 878.617 euros. Precisamente entre
este colectivo hallamos un dato significativo y es que 195
de estas asistencias fueron para recibir sesiones de
hemodiálisis por lo que se trata de personas con fallos
renales que vienen expresamente de Marruecos para recibir
tratamiento en el Centro de día ubicado en la avenida Otero.
En definitiva, el coste global de la asistencia sanitaria
que el Ingesa presta a los inmigrantes en Ceuta supuso en
2005 una inversión de 1.818.792 euros mientras que, en 2006,
hasta el 31 de octubre se llevan gastados 1.869.133 euros.
En cuanto a las solicitudes de acreditación de asistencia
sanitaria por parte de aquellos que sí pueden acogerse a la
Ley 4/2000, desde 2003 se han contabilizado en Ceuta: 410
menores de edad, 403 embarazadas y 387 empadronados. En
estos datos se incluyen las solicitudes que el Ingesa ha
tramitado al INSS hasta el 31 de octubre de este año.
Si bien las cifras de menores y embarazadas son inferiores a
las registradas en 2005 (a falta todavía de ver las
solicitudes que se produzcan en noviembre y diciembre) el
número de empadronados sigue siendo el que más demanda
tarjetas sanitarias: en 2003 se tramitaron 50 solicitudes y
este año ya se han gestionado 151.
Asistencia
Casi 250 personas se han inscrito en estas jornadas que se
han desarrollado a lo largo del viernes y el sábado en el
salón de actos de Caja Madrid.
Según el gerente del Ingesa, Juan Carlos Querol, esta quinta
edición muestra el “éxito ya consolidado” de unas jornadas
muy importantes para los profesionales sanitarios de Ceuta
“por las dificultades que hay inherentes a poder salir hacia
la Península para poder formarnos” que surgieron
precisamente, de esta necesidad de formación e intercambio.
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