OPINIÓN - VIERNES, 24 DE NOVIEMBRE DE 2006

España, almacén de vehículos para Marruecos

Las mafias que operan en Marruecos y que tienen sus eslabones no sólo en Ceuta, sino también en la península, son como la materia, que ni se crea ni se destruye, simplemente se transforma.

Del ‘boom’ del narcotráfico, aún vigente, pero no en tan gran escala como hace alguna década, entre otras cuestiones por los cada vez más estrictos controles policiales en la lucha contra esta lacra, se pasó al transporte humano donde sacar provecho de la desesperación. Sobre todo, aprovechando la ‘privilegiada’ situación geográfica de un país, aún por hacer en términos de derechos humanos y en el que no es todo oro lo que reluce como Marruecos, tan próximo a Europa. Pese a que este ‘negocio’ de la inmigración reporta píngües beneficios a los ‘negreros’ del siglo XXI -Marruecos es el punto previo y de acceso de la inmigación asiática, subsahariana y magrebí-, los cada vez más férreos controles en el Estrecho de Gibraltar han conseguido que las mafias desestimen cruzar masivamente tanto hachís como pateras. Esta situación le ha venido que ni pintado al gobierno vecino por el ‘chorro’ de millones de euros que ha recibido para ejercer de gendarme. Un rol que ejerce (mejor o peor) en función de lo contento que se encuentre según reciba.

Pero si, por este lado, de un modo u otro, España y la UE han logrado que Marruecos participe de la responsabilidad de controlar tanto inmigrantes como... droga ¿?, la nueva moda delictiva por la que se mueven estas mafias ahora se centra en el robo de vehículos. Ya se han detectado tramas que sustraían vehículos en la península, los desmontaban manualmente y, para Marruecos... Hace sólo cuatro días, los 23 coches robados en el aeropuerto de Jerez han seguido camino hacia Marruecos, 14 de ellos se han interceptado en barrios periféricos al Tarajal (afortunadamente para el propietario del Rent a Car, aún en España). Casi a diario se roba un coche en Ceuta y casi a diario se recupera un vehículo en nuestra ciudad denunciado por robo aquí, en la península o en Europa. La venta en Marruecos, donde no parece que haya control sobre el asunto, está asegurada.