La enmienda de la Confederación de STEs-intersindical que
pide que la religión salga del currículo escolar fue
aprobada, el pasado lunes, por el Consejo Escolar del Estado
(CEE) en su sesión de debate sobre el proyecto de RD por el
que se establecen las enseñanzas mínimas correspondientes a
la ESO. En concreto, el texto refrendado dice que los
centros arbitrarán las medidas oportunas para que quienes
hayan optado por recibir enseñanzas de cualquier religión
reciban las debidas enseñanzas fuera del cómputo de las 30
horas semanales que comprende el horario lectivo de la
Educación Secundaria Obligatoria.
A juicio de STES-i, ésta sería la única manera de respetar
los derechos de quienes quieren recibir enseñanza religiosa
y de quienes no la quieren. Introducir como alternativa a la
religión confesional la enseñanza de historia y cultura de
las religiones, manteniendo a la vez la opción para el
alumnado que no quiera ningún tipo de religión, supone un
problema organizativo para los centros y, al mismo tiempo,
una discriminación para el alumnado que quiera cursar
religión y también privaría al alumnado que quiere cursar
religión, cumpliéndose lo que dice la LOE en su Disposición
Adicional Segunda.
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Enmienda en pro de la libertad religiosa
Por otra parte, el Consejo también
ha aprobado una enmienda de STES-i en la que se recuerda que
el hecho de que las familias tengan que manifestar su
voluntad de que sus hijas e hijos “reciban o no reciban
enseñanzas de religión”, supone que la Administración les
obliga a declarar sobre su convicción religiosa, lo que va
en contra de la Constitución, por lo que únicamente se puede
pedir que declaren a quienes quieran que sus hijos reciban
enseñanza religiosa.
Con este artículo se cumple el mandato constitucional por el
que las familias tienen derecho a que sus hijas e hijos
reciban la formación moral y religiosa que esté de acuerdo
con sus propias convicciones. Un respeto general a todas las
convicciones y creencias sin ánimo de distinción.
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