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OPINIÓN - MIÉRCOLES, 22 DE NOVIEMBRE DE 2006

 
OPINIÓN / EDITORIAL

Y finalmente los menores llegan el viernes

Ni Caldera ni Rumí deben saber qué se cuece en el interior del Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales, si nos atenemos a que, de un modo increible, el ministro se destapó recientemente con unas declaraciones en relación a la poca o ninguna solidaridad de los gobiernos autónomos del PP al no ofrecerse para acoger a los famosos menores de Canarias.

El caso es que, ejemplo de solidaridad fue de nuevo Ceuta, que sí se ofreció pese a sus escasos recursos, a acoger a tres de estos jóvenes y así se lo hizo ver al ministerio de Caldera. Sin embargo no pareció contar tal detalle para todo un ministro ni para toda una Secretaria de Estado. El análisis que debe determinarse confiere tres vías, aunque ninguna es aceptable, para explicar tal lapsus, no sabemos si calamitatis: En primer lugar que realmente no sabían ni Caldera, ni Rumí que Ceuta había solicitado menores para acoger pese a su precariedad. Lo cual demostraría que la zona administrativa del Ministerio y los cargos misnisteriales andan en permanente cortocircuito. Algo que no es ni saludable, ni deseable.

En segundo lugar puede contener tal lapsus un elemento de ninguneo porque no se considere a Ceuta como una autonomía más, por mucho que el PP la gobierne. Lo que sería descabellado, pero no desdeñable en función de la reciente historia de España vinculada a nuestra ciudad con decisiones gubernamentales nada agraciadas ni defendibles (existiría una larga lista de ellas).

En tercer lugar que sea un mero juego político en el que todo vale para recriminar o sacar las vergüenzas aún a costa de Ceuta.

La realidad es que la Ciudad Autónoma de Ceuta pasa por ser la autonomía que porcentualmente ha solicitado un mayor número de jóvenes para acoger. Son 3 sí, pero los recursos de la Ciudad que le son rechazados o no suficientemente apoyados por el Estado, son tan escasos que el simple esfuerzo de solicitar lo que otros ni siquiera han hecho, es de la suficiente enjundia y de a tener en cuenta, como para que el Gobierno la hubiera puesto como ejemplo. Cosa que aún no ha hecho, y suponemos ni hará.
 

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