¿Alguno de ustedes se ha vuelto a
acordar de que el asesino Josu Ternera se encuentra en
huelga de hambre en la prisión de Madrid-VI Aranjuez? Les
digo que nadie, con excepción de los zarrapastrosos del
batasunerío le hace ni puto caso. De hecho, las noticias
sobre la supuesta pérdida de kilos del criminal interesan
tan poco que, si la prensa escatima unos párrafos al cabreo
de la Pantoja con Julián Muñoz y a la ruptura o no ruptura
del ex alcalde y la tonadillera, todos nos
exasperamos.”¡Será victimista y blandujo el tío mierda del
Ternera!”. Aquí las huelgas de hambre impresionan bien poco.
En estos parajes se está acostumbrado a que, los muy
millonarios, paguen una pequeña fortuna cada temporada en la
Clínica Buchinguer porque les hagan pasar la canina durante
unas semanas, nada sólido, solo calditos y alguna hoja de
lechuga despistada. La gente adelgaza , de hecho la
descansada Cristina Onassis frecuentaba la Buchinguer,
aunque como estaba loca por la coca cola dicen que es
escapaba para ingerir la espumosa y deliciosa pócima y el
régimen no la hacía desengrasar.
También acuden cada año García Márquez y Carmen Sevilla a
pasar gusa terrible y quemar adipocitos. ¿Qué si yo no voy
para introducirme en la 36? Se joden por enfaosos, yo, en
plan autodidacta y vigoréxico esta semana he conseguido
entrar en la 38 y encima ahorrando dinero. Porque controlo
¿Qué si soy como Santa Teresa que, tras las comidas se
introducía en la boca una ramita de olivo para vomitar? No.
Soy muy mística y eso lo sabe toda mi barriada, pero
controlo mis analíticas para tener siempre buenos niveles de
hierro. Si se está desnutrida las neuronas sufren y yo, mis
neuronas, las mimo, porque son mi medio de vida.
¿Qué si las neuronas del asesino sufrirán por las carencias
alimentarias? Por mi que le jodan, a él y a su podrido
sistema neuronal de psicópata asqueroso. Es más, alimentar
con buenos suplementos el hediondo cerebro del Ternera es
una ofensa para las víctimas del terrorismo, porque si está
bien nutrido y a punto tramará más crímenes mientras que,
con un régimen hipocalórico de jamón de york y pan Bimbo y
encima con sus hediondos pensamientos lo más normal es que
desarrolle alguna patología más interesante que su
psicopatía, por ejemplo, quedarse lelo. No hay que olvidar
que el admirable doctor Chopra dice que “no hay pensamiento
torcido sin molécula torcida” Lo que viene a significar que
todos los nacionalistas enfermarán a la larga, por mucho
que, el Gobierno, les subvencione generosamente para las
actividades más estrambóticas e irreales con muchos millones
de euros de todos los españoles. A los lavaderos de cerebros
infantiles que son las repulsivas ikastolas irá un buen
pellizco para que no cesen en su labor de intoxicar a los
más pequeñines. ¿Saben que les digo? Que ojalá que, los
dineros de los presupuestos destinados a dorarle la píldora
a los traidores nacionalistas, se los gasten en botica , en
remedios que no dispense la Seguridad Social y encima que,
los dineros, no les alcancen y se emberrenchinen, como se
emberrenchinan hoy los batasunos ante la indiferencia por la
huelga hipocalórica de su líder. Si adelgaza lo que
conseguirá es poner de moda la “huelga taleguera” que le
imiten y que el hotel La Reja le haga la competencia a la
Buchinguer. Porque hay gente pa tó.
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