La Asociación de Mujeres Policía nació hace cinco años en el
seno del Cuerpo Nacional de Policía bajo el amparo del
sindicato UFP (Unión Federal de Policía) aunque agrupa a
mujeres pertenecientes a todas las Fuerzas y Cuerpos de
Seguridad del Estado (FCS): policías nacionales miembros de
la UFP, policías locales afiliadas al sindicato UGT y, a
efectos de colaboración, las guardias civiles pertenecientes
a la antigua Coproper, ahora llamada AUGC. Su principal
objetivo es incorporar propuestas que mejoren la calidad en
las relaciones laborales así como lograr que todas las
funcionarias de las FCS puedan compatibilizar su vida
laboral con la personal.
Aunque son muchas las mujeres que forman parte de la misma
en toda España, ya que se trata de la única asociación de
estas características inscrita en el Ministerio del
Interior, en Ceuta, la cifra de afiliadas apenas supera la
decena. Un número llamativo por ser bajo pero que no lo es
tanto si tenemos en cuenta que en la Ciudad Autónoma las
mujeres policía brillan por su ausencia: tan sólo una
veintena de féminas trabajan para las FCS en cualquiera de
sus cuerpos: Policía Nacional, Policía Local y Guardia
Civil.
Aquí la asociación se ha constituido en plataforma al frente
de la cual se encuentra la subinspectora de la Policía
Nacional, Ana Moya, que lleva quince años de servicio en el
cuerpo.
- UFP, UGT y AUGC. ¿La mujer que no esté afiliada no
puede ser defendida por la Plataforma de la Mujer Policía?
- No, en absoluto, aunque una compañera no esté afiliada la
defendemos igualmente porque, tal y como recogen nuestros
estatutos, el objetivo es luchar contra la discriminación y
defender a las mujeres policías. En Ceuta, tenemos la ayuda
jurídica gratuita de UGT para los temas relacionados
exclusivamente con mujeres, para lo demás, están los
asesores jurídicos de la UFP. Nos encargamos de todo:
denuncias públicas o privadas, casos de abusos, injusticias,
acoso...
- La presencia femenina en las calles de la ciudad es
inexistente en lo que al Cuerpo Nacional de Policía se
refiere.
- Sí, casualmente el número de mujeres que pertenecen a la
Policía Nacional nunca supera el 5% en todo el territorio
nacional. En las convocatorias no hay cupo en función del
sexo pero la realidad es que el número de mujeres no crece y
eso que desde 1984 ha habido mujeres que han jurado el cargo
de policías.
Aquí somos ocho, contando a las de prácticas, pero ninguna
está desarrollando trabajo de calle por lo que es normal que
la ciudadanía piense que no hay mujeres destinadas aquí.
Todas estamos en servicios de investigación menos dos que
están en la Oficina de Atención al Ciudadano. Pero, desde
luego, no es que no queramos estar en servicios operativos,
es que no nos ponen allí. Yo creo que es muy positivo que
estemos de cara al público y que se vea el trabajo de la
mujer porque como reivindicamos la igualdad, queremos que se
vea que somos capaces de detener y de atender al ciudadano
en iguales condiciones que un hombre. Por ello me gustaría
ver mujeres en el 091, sólo han trabajado unas pocas de
prácticas y yo estuve un tiempo como jefe de grupo, nada
más. Voluntariamente nadie ha dicho me quiero ir de aquí ni
ponme allá. Quiero dejar claro que no nos negamos a prestar
servicios operativos pero si los jefes consideran que
tenemos que estar en ciertos puestos que consideran
importantes que nos pongan pero creo que también somos muy
importantes de cara al ciudadano, que se nos vea.
- ¿El hecho de que la mujer tenga, por lo general, menos
fuerza física os impide el desarrollo de alguna tarea?
- No. A nosotras en la Academia se nos forma con unas
técnicas de defensa personal, de psicología y de capacidad
interrogatoria para poder detener igual que un hombre porque
pocas veces a la hora de detener tenemos que utilizar la
fuerza. Casi siempre vale más la capacidad de convicción, la
forma en que tú te impongas. Para detener lo que hace falta
es maña no fuerza.Estamos capacitadas igual que cualquier
compañero, otra cosa es que, a la hora de echar una carrera
o tener un forcejeo igual estamos en inferioridad pero
también lo está uno que tenga 50 años, uno que esté más
grueso de lo normal o uno que esté excesivamente delgado o
que sea excesivamente cobarde, que también los hay. Por eso
me molestan enormemente los comentarios de algunos que dicen
que no somos iguales o que se nos dan ciertos privilegios.
No es cierto.
Estamos en igualdad de condiciones a la hora de detener,
tenemos los mismos conocimientos técnicos, culturales y
policiales para poder desarrollar bien nuestro trabajo en la
vía pública.
- ¿Cuántas mujeres forman parte de la plataforma y cuáles
son las principales quejas que plantean?
- Somos 20 mujeres entre los tres cuerpos y 14 de ellas
están afiliadas. Yo llevo al frente de la Plataforma desde
el año 2002 y las que más quejas plantean, aunque luego no
quieren denunciar, son las policías nacionales pero quejas
que hayan sido denunciadas y se hayan sacado a la luz
pública vía juzgado, vía defensor del pueblo o vía medios de
comunicación han sido más las de las policías locales y en
la Guardia Civil tan sólo se ha contabilizado un caso.
- ¿A qué se debe esa falta de denuncias en la Policía
Nacional?
- Eso me gustaría saber a mí porque si una compañera sufre
acoso sexual o laboral y no lo quiere denunciar, por
supuesto yo lo voy a respetar porque estamos hablando de un
delito privado aunque, desde luego, casos hay y siempre se
producen entre jefe y subordinada.
Yo creo que en la Policía Nacional hay compañerismo. Estamos
trabajando en unas condiciones infrahumanas y eso nos hace
acercarnos más entre compañeros pero, en el caso de las
mujeres, muchas veces tienen que estar apoyadas por sus
compañeros porque, cuando están siendo acosadas laboral o
sexualmente la cooperación de los compañeros es fundamental.
En cuanto a las quejas, nos reunimos cada dos o tres meses y
las quejas son siempre las mismas: faltas de respeto por el
hecho de tener alguna capacidad de mando o decisoria y que
su opinión no sea tenida en cuenta como la del hombre.
Ocurren y se quejan pero, en muchos casos, no son actitudes
que ellas vean con la gravedad suficiente para denunciar
aunque los casos en que ellas ven que sí son denunciables,
las hemos apoyado, ellas se han armado de valor y han
denunciado.
Hasta ahora tenemos dos casos de acoso laboral y otro de
persecución además de faltas de respeto y comentarios
jocosos entre compañeros.
- Y comparado con la Península, ¿cómo es la situación?
- En el resto del territorio nacional se han producido
agresiones sexuales y hasta abortos. Aquí lo que sucede es
mucho más light aunque es evidente que para las compañeras
que lo han sufrido son cosas graves que les han provocado,
incluso, bajas psicológicas.
Algo bastante habitual es que algunos compañeros no quieren
mujeres como compañeras porque sus esposas pueden ponerse
celosas. Por desgracia las mujeres policía todavía tenemos
que sufrir cosas como éstas.
- ¿Cuál es el perfil de la mujer que viene destinada a
Ceuta?
- Hasta ahora han estado viniendo muchas de fuera pero,
últimamente, han salido de la Academia de Ávila cinco o seis
de Ceuta que han estado aquí de prácticas pero que, a la
hora de conseguir destinos, no han conseguido Ceuta y la que
más cerca se ha quedado está en Algeciras. Así que sí hay
mujeres policía que quieran venir aquí pero como hay muchos
más hombres, es más fácil que le asignen este destino a un
hombre por una cuestión de proporciones.
De las ocho que somos actualmente, cuatro con el cargo
jurado y cuatro de prácticas, dos somos de aquí y una
tercera está afincada en la ciudad por lo que somos tres las
que no queremos movernos de Ceuta.
- ¿Varía mucho la plantilla de la Policía Nacional de
Ceuta?
- Sí porque es una plantilla con una edad media de sus
funcionarios bastante elevada comparada con el resto de
España. La media puede rondar los 50 años aunque ahora están
adjudicando nuevas plazas, insuficientes, y está viniendo
gente más joven. Sin embargo, la plantilla cada vez va a
menos, están dejando el cuerpo muchos más de los que se
incorporan.
Por ejemplo, las Unidades de Vigilancia de las Mujeres
Maltratadas deberían estar formadas por, al menos, ocho
agentes y en la actualidad sólo hay tres y eso es un déficit
muy importante porque estas mujeres necesitan estar
atendidas porque no hay que olvidar que Ceuta está a la
cabeza de denuncias de toda España y no hay agentes
suficientes para hacer un seguimiento a estas víctimas.
Esta unidad la llevan actualmente policías en segunda
actividad y no policías en activo y lo suyo sería que
hubiera una modificación legislativa que estipule que no
haya policías en segunda actividad porque estamos viendo que
no es efectivo y, por lo tanto, deberían ser policías
operativos los que se encargasen de este servicio.
- ¿Y los detenidos os respetan?
- Yo creo que con esto es como con todo, encontrarás
delincuentes que no te respeten pero no por el hecho de ser
mujer sino por ser policía pero, que yo sepa, al menos en
estos cinco años que lleva creada la plataforma, el tema de
que los ciudadanos no nos respeten jamás he tenido esa
queja. Sí puede suceder que vayas en pareja y se dirijan más
al policía de sexo masculino que al femenino pero ya
hablamos de una educación machista pero no de que nos trate
discriminatoriamente que es diferente. Es más, por
costumbre. Que piense que a lo mejor el varón manda más
cuando, en realidad, es al revés. Sí nos podemos encontrar
con cosas de estas pero no lo tomamos a mal porque estamos
hablando de un tema de educación, ya no estamos hablando de
discriminación propiamente dicha. Discriminación ciudadana
no hemos tenido jamás, es más, llamamos la atención porque
en toda España somos muy poquitas.
- ¿Es fácil para vosotras conciliar la vida familiar y la
laboral?
- No. No se nos da ninguna ayuda y estamos sujetas a turnos
y guardias como los demás compañeros. La mayoría somos
madres, tenemos pareja y no todas tienen a su familia cerca.
Nos vemos en circunstancias duras y encima tenemos que
aguantar estos problemas, tenemos una carga tripe comparadas
con otras mujeres trabajadoras que tienen unos horario mucho
más estables.
- En lo que a la situación de la mujer dentro del cuerpo
se refiere ¿ha cambiado mucho la situación en los últimos
años?
- Sí. Yo, como responsable de la plataforma, tengo que
hablar directamente con el superior denunciando la situación
que sea y cuando no ha habido diálogo, la presión ejercida
por los medios nos ha ayudado mucho. Todavía tenemos que
seguir luchando para cambiar muchas cosas y yo por eso animo
a todas las compañeras de la Guardia Civil y la Policía
Local a que se pasen por nuestras reuniones para conocernos
y hacer un poco de fuerza porque somos muy pocas y es
importante que estemos unidas para ir consiguiendo cosas.
Hay compañeras que no nos conocen y creen que están solas
pero para eso está la Plataforma de la Mujer Policía, para
ayudarlas.
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