No debe ser razonable el hecho de
no hacer reciprocamente lo que tú has exigido con rapidez.
Hablamos de la respuesta del Ministerio de Administraciones
Públicas que aún no ha contestado a la propuesta de la
Ciudad Autónoma de Ceuta en materias tan importantes como el
Urbanismo, los Servicios Sociales o las políticas activas de
empleo, entre otros asuntos.
Son temas referidos a la ampliación competencial del
Gobierno Autónomo en las materias de referencia. Ni Ceuta,
ni Melilla -también en el ajo- se han subido a la parra como
se suele decir, y ambas han propuesto estrategias, ‘modos y
maneras’ de la suficiente lealtad institucional que, el
simple hecho de la tardanza injustificada -por otra parte-
del Ministerio, obliga a una reflexión no deseada:
“importamos muy poco”. Si la respuesta a la tardía
contestación es la falta de personal o el estudio
pormenorizado y detallado de las propuestas ceutíes y
melillenses... menos se tardó en conceder a Cataluña su
nuevo porcentaje fiscal, claro que Cataluña no debe ser
igual que Ceuta y Melilla -malísima lectura pues de la
Constitución española en la que se santifica la igualdad de
todos los españoles-, para este Gobierno que sigue erre que
erre meditando y meditando sobre lo solicitado por el
gobierno local.
Entre tanto, la inmigración -menores-, uno de los temas
candentes que sangra la economía local en aras a cumplir con
una ley, la del menor y la de extranjería que no protege, si
quiera en sus salvedades, los intereses de las zonas
fronterizas españolas del sur, sigue creciento. Además, es
muy barato delinquir en España y eso es lo primero que
aprenden los extranjeros (menores y adultos) en el paraíso
del robo y del asalto que es en lo que se está convirtiendo
el país.
Pero volviendo al principio, es de esperar que en esta
semana que hoy comienza, el Ministerio que dirige Sevilla
envíe a Ceuta su contrapropuesta. Más que nada para no
eternizar el posible avance -mínimo por cierto- competencial
de la Ciudad. Ojalá la respuesta llegue y sea positiva.
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