13. LUNES
Me fue imposible ir al Murube para ver el partido entre la
Asociación Deportiva Ceuta y el Portuense. Una lumbalgia
tuvo la culpa de ello. Tampoco pude recordar viejos tiempos
con algunos aficionados que arribaron a la ciudad para ver a
su equipo. Paisanos que deseaban saludarme y comprobar si
todavía el fútbol sigue siendo una de mis pasiones. Lo sentí
de veras. Pero las molestias lumbares me quitaron esas ganas
de alternar que uno necesita cuando ha de relacionarse con
los demás. Acerca del partido, decir que ganó el equipo que
menos lo necesitaba y perdió, como es ya costumbre, el
conjunto que no acaba de saber a qué juega. De los doce
partidos que se han celebrado, yo he visto nueve. Y mi
impresión es que la plantilla está descompensada y los
futbolistas actúan como si carecieran de misiones concretas.
Es hora de que los directivos dejen de ver fantasmas donde
sólo hay ganas de no engañar a los aficionados. Les
conviene, además, hacer todo lo posible para que el Cerro
Reyes, que lleva 29 goles en contra, salga derrotado. Pues
otro resultado negativo, como ustedes comprenderán, podría
catalogarse ya de hecatombe.
14. MARTES
José Luis Morales, consejero de la Presidencia, después de
haberse visto sambenitado durante varios días, debido a unas
declaraciones innecesarias contra Gonzalo Sanz, secretario
de Movimientos Sociales del PSOE, de Ceuta, decidió que lo
mejor era pedirle disculpas a éste. Me imagino, conociendo
la forma de ser de JLM, que habrá pasado un mal trago. Pero
hay situaciones en las cuales, si se ha metido la pata hasta
el corvejón, lo mejor es revestirse de valor y dar la
sensación de estar arrepentido de lo que se ha largado.
Sobre todo si por culpa de su salida de tono todos los
partidos políticos se han echado encima del presidente de la
Ciudad. A partir de ahora, el consejero de la presidencia
deberá medir bien sus palabras. Pues ha de saber que, por
cualquier nimiedad contraproducente que salga de su boca,
habrá revuelta general y volverán los opositores a pedir su
cabeza.
15. MIÉRCOLES
Acabo de enterarme de que Manolo Coronado ha ingresado en el
hospital por problemas respiratorios. Debido a la enfermedad
que padece y que le tuvo, tiempo atrás, postrado en cama y
pasando un calvario. Manolo Coronado es, desde que Juan Juan
Vivas decidió reformar el Gobierno, consejero de
Gobernación. Una consejería que no se distingue por
proporcionarle tranquilidad a quien esté al frente de ella.
Sino todo lo contrario. El consejero de Gobernación ha de
ser persona dispuesta siempre para afrontar los problemas
con gran entereza y, desde luego, es recomendable que esté
sobrado de facultades en todos los sentidos. Por lo tanto,
me parece que esa consejería no es la más adecuada para un
consejero necesitado de tranquilidad. Un consejero que ha de
evitar, seguramente, los sobresaltos. Por tal motivo, y sin
querer ser más papista que el papa, bien haría Juan Vivas en
ir pensando si no sería conveniente evitarle a Coronado que
siga padeciendo contratiempos innecesarios.
16. JUEVES
La llamada no me sorprende. Es de alguien a quien le gusta
analizar todo cuanto se dice de los políticos. “¿Has leído
El dardo de los jueves?...”. Le respondo que sí. Y que una
vez más he comprobado de qué manera Juan Luis Aróstegui pone
de vuelta y media a Juan Vivas. La verdad, Manolo, me dice
mi comunicante, que me cuesta trabajo entender los motivos
que tiene el presidente para permanecer en silencio. Es
decir, que no acabo de comprender a qué se debe que JV no le
pare los pies a un tío que no cesa de decirle impropios.
Será, pienso yo, porque el presidente considera que ha de
dar ejemplo en cuanto a permitir que los demás ejerzan la
libertad de expresión hasta más allá de lo permisible. O
sea, que incluso le concede a Aróstegui el derecho a dañar
continuamente su imagen como persona. Bien, Manolo, pero hay
algo que te voy a recordar: el presidente sabe tela marinera
sobre los métodos chanchulleros de quien no para de ponerle
como chupa de dómine. Y yo me pregunto: ¿Por qué no larga JV
por la boquita? Porque a lo mejor le viene bien el papelito
que está desempeñando el amigo de algunos empresarios.
17. VIERNES
Muere Ferenc Puskas, a los 79 años, después de haber estado
seis padeciendo Alzheimer. Con su fallecimiento desaparece
uno de los más grandes jugadores del mundo en todos los
tiempos. El único a quien Alfredo Di Stéfano le permitía
correr lo justito, para que se dedicara sólo y
exclusivamente a lo suyo: a meter goles. De esa manera, a la
chita callando, consiguió el húngaro159 tantos y obtuvo
cinco Ligas y tres Copas de Europa. En una de ellas, la
jugada contra el Eintracht de Franfurkt, se entretuvo en
marcar cuatro de los siete tantos logrados por su equipo.
Sin embargo, lo que yo nunca he olvidado fue la final de
Copa del Generalísimo que se jugó en Chamartín, la temporada
1961-1962. Era el Sevilla de Ruiz Sosa y Achucarro un rival
temible donde Enrique Mateos, recién fichado del equipo
merengue, destacaba por su habilidad y eficacia. Catorce
goles avalaban el acierto que había tenido el Sevilla en
contratarlo. Jugó el equipo de Nervión un partidazo. De ahí
que se pasara casi todo el tiempo ganando por uno a cero.
Además de haber fallado Mateos un penalti. De pronto, cuando
Mut (portero) y Maraver (defensa) se entretenían en perder
tiempo con un saque de meta, llegó la genialidad de Puskas.
Se situó de espalda a Maraver y cuando éste recibía el balón
de su guardameta para devolvérselo, el fenómeno madridista
les ganó la partida en una jugada aún inconcebible para mí.
A partir de ese momento, el Madrid mejoró su juego y Puskas
volvió a marcar. Lo de Puskas, ese día, fue increíble. Y,
desde luego, hubo una extraordinaria lección de fútbol a
cargo de Ruiz Sosa y Achucarro.
18. SÁBADO
Cada vez son más los ciudadanos que destacan a Juan Vivas
como el mejor dirigente de esta ciudad. Y más aún: nadie
duda de su honradez. Sí: ya sé que esa condición debiera ser
una norma cuando se habla de políticos. En cambio, y debido
a que en casi todos los ayuntamientos existe un anexo
destinado a actividades de patio de Monipodio, las personas
dedicadas a la política van perdiendo crédito a pasos
agigantados. Aunque todavía los hay que recuerdan a
Montesquieu por lo siguiente: porque éste no vacila en
defender la venalidad de los cargos: se trata sin duda de un
abuso, dice, pero de un abuso útil. A lo mejor es que ya
estaba pensando el señor de la Bréde en revivir algún día,
en este siglo, como ciudadano de Marbella. A lo que iba:
Juan Vivas goza de una gran consideración entre sus paisanos
y cuenta con la confianza casi ilimitada de una gran
mayoría. Es la suya, pues, una situación privilegiada que no
debe inducirle a engaño. Me explico: un buen dirigente no
sólo se distingue por su forma de actuar, sino que también
es responsable de que su equipo funcione bien. Y el equipo
de Juan Vivas comienza a dar muestras de desconfianza. De
cualquier manera, y en vista de que muy pronto habrá
elecciones, el presidente gozará de la oportunidad de exigir
que se elijan los mejores candidatos para que le acompañen
en la nueva aventura política. De no hacerlo así, no podrá
escurrir el bulto de los despropósitos que cometan los
amigos de su amigo. A buen entendedor...
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