Quien persevera en su empeño termina por ver cumplidas sus
expectativas, y así sucedió ayer, cuando por primera vez el
Ceuta consiguió remontar un partido en contra que se le puso
muy cuesta arriba, como la homónima que lleva al ‘54’ la
cuesta de la Cortadura del Valle.
De ir dos abajo en el minuto 63 consiguió finalizar el
partido sumando un punto que su bien a su técnico Rafa
Salcedo sabía a poco al finalizar el encuentro con el paso
de las horas, con total seguridad, cambiará de opinión y
dará el valor que ese punto merecer más que por el sumar por
la implicación que supone el remontar un partido y
enfrentarse a uno de sus más temidos fantasmas, el marcador
en contra.
La primera mitad la dominó el conjunto de la Asociación con
absoluta claridad, pero su falta de acierto en los últimos
metros llevaron al equipo a finalizar los primeros 45
minutos con el mismo resultado con el que se inició el
partido.
Por otra parte el Córdoba poco hizo para que el marcado se
moviera en el inicio. Tan sólo se aproximó al área local en
dos ocasiones en 45 minutos. La primera fue en el minuto
cinco y la segunda en el 28, pero ambas escasas de peligro.
El Ceuta fue quien lo puso todo, con un Imad que debutaba y
que junto con Hakim lo intentaron en repetidas ocasiones
pero sin mordiente en los metros finales. El Córdoba se
dedicó a defender el ataque de los caballas aunque su meta
Roberto poco esfuerzo hubo de realizar ya que los
lanzamientos de los de Salcedo fueron bastante inocentes.
La segunda parte no pudo empezar peor para los blancos. Se
dice que los goles en el 45 son psicológicos pero en el 46
son demoledores y eso es lo que ocurrió, con el tanto cuando
Javi rompe el fuera de juego, situación muy protestada por
el banquillo local, y hace subir el primero al marcador.
Pero el mayor mazazo llegó en el 60, cuando Flori ponía el
cero a dos, en una jugada que se inició como el el primer
gol, a la contra.
Los de Salcedo parecía que se venían abajo, pero tres
minutos después, Arias señaló un penalti por falta a Sergio
que Corrales se encargó de transformar.
Y a siete del final, Hakim conseguía lo que parecía
imposible que el Ceuta remontase un encuentro, cuando en el
83 empataba el encuentro, a pase de Alonso con el
consiguiente estallido de alegría de los jugadores locales.
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