El Atlético de Ceuta tuteó al líder del grupo en la segunda
mitad de un partido que mereció ganar. La diferencia de 22
puntos existentes entre los dos conjuntos no se notó en el
terreno de juego, es más, los rojiblancos parecían ser los
que estaban mejor posicionados en la tabla clasificatoria
debido al juego que desplegaron sus futbolistas. El
encuentro tuvo dos mitades muy distintas ya que en la
primera, el Atlético de Ceuta creó pocas ocasiones de gol y
en la segunda encerró al rival en su campo, un rival que
acabó el partido pidiendo la hora. Cuando hablamos de la
intensidad del encuentro, sólo nos referimos al conjunto
rojiblanco porque el Lucena parecía estar jugando en el
patio del recreo.
El gol lucentino llegó en el minuto 28, por mediación de
Pablo Sampaoli, en un uno contra uno en el que bate al
guardameta Ezequiel. El colegiado pitó el final de los
primeros 45 minutos, finalizando así con el suplicio que
vivían los aficionados en una primera parte muy aburrida.
La segunda mitad fue muy distinta a la primera, debido al
empuje de los ceutíes. El juego de éstos hizo recordar a los
aficionados la gesta del empate conseguido ante La Balona en
el último partido en casa.
La zaga del Atlético de Ceuta funcionaba a la perfección, el
medio del campo distribuía balones por todo el terreno de
juego, y los delanteros buscaban la meta defendida por Díaz.
La reacción de los rojiblancos era una realidad, y el Lucena
se echó atrás y basaba su juego en sortear balones.
En el 53, Lema lanza una falta directa con la pierna zurda y
el balón toca en el palo tras ser detenido por Díaz. La
igualada estaba por llegar y los rojiblancos apretaban y
buscaban cada vez más la portería lucentina.
Ávila se mostró muy ofensivo, llevando el peligro una y otra
vez al área rival. En el minuto 75, el centrocampista
finaliza una jugada ensayada de un libre indirecto con un
fuerte disparo que sale despedido por la izquierda de la
portería. Diez minutos más tarde, Ávila vuelve a intentarlo
en una fuerte volea que pega en el larguero. Un minuto
después, Ezequiel gana el uno contra uno a Cisco, que no
estuvo fino al igual que sus compañeros. Y lo que pudo ser
el 0-2 se convirtió en el 1-1 gracias a Gonzalo. El
ponferradino engancha un balón muerto en el área chica y
consigue el empate. La euforia se apodera de los jugadores y
del banquillo. Pero los rojiblancos tenían ganas de más ya
que eran conscientes de que se estaban mostrando muy
superiores a los lucentinos. El partido finalizó con el
banquillo del Lucena pidiendo el final a gritos ya que el
Atlético de Ceuta pudo, incluso, conseguir los tres puntos.
Una vez más, el fútbol no fue justo con los rojiblancos, que
se llevaron un punto de un partido en el que merecieron los
tres.
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