Me llama un amiguete, de esos que
lo hacen cuando no deberían de llamar porque te cogen
siempre en un momento inoportuno, para decirme que como
estoy a lo que la sabia de mí abuela llamaba ”a la cuarta
pregunta” o sea más seco que un volao en tiempo de poniente
fuerte, que tenía la fórmula para que ganase dinero cantante
y sonante.
Hombre como a nadie le amarga un dulce, que diría Bono,
decido escuchar cuál es esa propuesta que me iba a hacer
ganar una pasta gansa sin que me nombren asesor para, con
ello, evitar meter la patita hasta el corvejón en cada uno
de mis asesoramientos, dejando en ridículo a mi asesorado
diciendo, por un suponer, que las ciudades de Ceuta y
Sevilla se iban a hermanar cuando los que, realmente, se
iban a hermanar eran los populares de Ceuta y Sevilla.
Manda... la cosa
El amiguete, buen amiguete por cierto, de esos que uno le
tiene ley de la buena, me explica que el asunto es tan
fácil, como echar un huevo a freír, en el supuesto que
servidor sepa freír un huevo. La cosa ,según él, consiste en
darle caña de la buena a Juan Vivas que no es buen fajador,
que no entra en el cuerpo a cuerpo y no es ningún experto en
ir a la contra aunque, ahí, en eso de ir a la contra, te
puede sorprender.
Mira, me sigue diciendo, tú le largas cada día par de golpes
buscándole le hígado que es donde los boxeadores golpean al
contrario para ir debilitándolo y, te puedo garantizar que
los más seguro es que te busquen para darte una buena
subvención, con lo cual tu problema económico queda
solucionado. ¿Te interesa o no te interesa ganar dinero de
forma fácil? No me negarás que soy un amigo de los de
verdad, de esos que sólo buscan encontrar soluciones para
que salgas de tus problemas económicos.
Oiga, amigo guardia, aunque a usted le cueste trabajo
creerlo, de momento, me ha dejado pensativo. ¿Será verdad la
solución que me ha dado mi amiguete para solucionar mis
problemas de parné?. Ya me decía la sabia de mí abuela
“donde menos se piensa salta la liebre”.
Estaba absorto en esos pensamientos, sobre la frase que
decía la sabia de mía abuela cuando al otro lado del
teléfono, la voz de mi amiguete me sacó de ellos, al
repetirme, una vez más, que esa era la solución mas fácil
que tenía para conseguir una buena pasta gansa. No lo,
olvides, amigo mío, te he puesto la solución, a tus
problemas económicos, como dicen que les ponían las
carambola al rey aquel o como decimos nosotros, te lo he
puesto a...
La verdad es que, me cuesta un enorme trabajo creer que
dándole
“caña” de la buena, todos los días, al presidente de la
ciudad, me llamen para darme una buena subvención y, además,
me animen a seguir dándole “caña”. Es que, esto, no me lo
puedo creer.
Ya, te entiendo, porque tú eres amigo de tus amigos y
segundo, lo más importante, que eres un incrédulo en este
asunto. Bueno, pues, tú te lo pierdes si crees que estoy
equivocado. Pregunta a ve si a algunos que le dan “caña” al
presidente, todos los días y fiestas de guardar, no le han
dado una buena subvención.
¿Oiga, amigo guardia, será verdad lo que me está diciendo
este amiguete? La madre de “deu”, cómo está la cosa.
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