El Dardo de los Jueves me reporta
el beneficio de tener casi siempre tema asegurado para hacer
una columna.
-De aquí a nada te veo dándole las gracias a Juan Luis
Aróstegui por escribir el artículo que te permite
sortear con habilidad el escollo del folio en blanco, una
vez a la semana.
-De hacerlo, tendría también que dárselas a Juan Vivas,
tú ya me entiendes.
-Pues no. Será cuestión de que te expliques.
-El presidente conoce más que bien cómo se ha venido
manejando JLA para colocar a mucha gente de su cuerda tanto
en el Ayuntamiento como en los colegios. Y, sin embargo, no
dice ni pío.
-¿Cuáles son los motivos?
-Hay uno muy principal: dejarle que se entretenga en dar
muestras de lo que no es mientras pasan inadvertidas sus
extraordinarias relaciones con algunos empresarios de esta
ciudad.
-Eso ya me lo conozco... Aunque nunca has contado lo que
sabes al respecto.
-Sin pruebas, como tú comprenderás, es como ir al matadero
por voluntad propia.
-No obstante, menuda información te ofreció a ti aquel joven
empresario, hace ya su tiempo.
-Sí; reconozco que tuve suerte. A veces creo que lo debí
coger en un momento tonto. Y, claro, sacó la lengua a
pasear.
-Raro en esa persona, ¿verdad?
-Desde luego que sí. Un tipo serio, bien preparado, y poco
dado a contar trolas.
-¿Crees tú, Manolo, que ese empresario puede estar
temeroso de que tú publiques sus palabras en algún momento?
-En absoluto. Es lo justamente inteligente para entender que
yo jamás lo dejaré con el culo al aire. Y aunque quisiera,
que no es mi caso, sería una necedad por mi parte. Ya que no
grabé lo que me dijo.
-¿Sabes que Jerónimo Nieto se fue de esta
ciudad convencido de que Aróstegui le hacía muy bien cierto
trabajo al PP?
-Algo sé al respecto. No mucho, pero me consta que hubo
personas que observadoras de cómo se comporta el secretario
de CCOO, pusieron al entonces delegado al tanto de sus
pesquisas.
-De lo cual quedaría enterado, nada más acceder al cargo, el
sustituto de Jerónimo Nieto. ¿Es así?
-Ni idea. Pero bien pronto tuvo Jenaro García
Arreciado la posibilidad de saber con quién se gasta
los cuartos.
-Ya, ya, sí; claro que sí... Tú te estás refiriendo a cuando
JLA trató de liarla con lo de la Mesa por la Economía.
-Hombre, me parece que se pudo comprobar, mientras duraron
las desavenencias, que era un hostigador convencido de que
podría acojonar al delegado del Gobierno.
-Pero el delegado del Gobierno le administró su buena dosis
de malaúva y lo puso en su lugar descanso, ¿eh?
- Dices verdad. Es más: pude comprobar que el acoquinamiento
de JLA fue tan rápido como demostrativo de que, al fin, le
habían puesto un rejón en todo lo alto. Se lo merecía.
-Tal vez por ir de listo...
-Cierto. Es el vocablo que le corresponde por su manera de
actuar. Por creerse que disfruta en esta ciudad de un poder
omnímodo. Y, por tanto, no cesa de predicar que es el no va
más en todos los aspectos.
-¿Has leído lo que dice en el último Dardo de los Jueves?
-Sí: que los medios son una portentosa máquina de
propaganda, que ya se encargará de minimizar todo lo
referente al mal gobierno ejercido por Vivas. Lo ideal sería
llamarle estúpido. Pues a ver dónde escribe él su
propaganda. Pero los estúpidos hacen daño y no ganan nada.
Juan Luis Aróstegui, en cambio, obtiene beneficios.
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