La Asociación Cultural Banda de Música Ciudad de Ceuta
celebra mañana el tradicional concierto en honor a Santa
Cecilia, Patrona de los músicos. Éste será, como cada año, a
las 20:45 horas en la Santa Iglesia Catedral. Para la
ocasión, la Banda de Música contará con la colaboración de
la Unidad de Música de la Comandancia General de Ceuta, de
manera que, el concierto ofrecerá al público asistente un
concierto conjunto de las dos formaciones.
La primera parte del programa, dirigida por el teniente
Jaime Ismael Enguídanos Royo, director de la Unidad de
Música de la Comandancia General de Ceuta, abrirá con un
pasodoble. Seguidamente se interpretará ‘Obertura’, de Jacob
de Haan, y se cerrará con ‘West Side Story’, de Leonard
Bernstein.
La segunda parte estará dirigida por Vicente Benetó Sopriano,
Director de la Asociación Cultural Banda de Música ‘Ciudad
de Ceuta’. Ésta abrirá con la ‘Marcha Turca’ de W.A.Mózart,
le seguirá ‘Coppelia’ de Leo Delibes, y finalizará con
‘Escena y Gran Marcha’ de Giuseppe Verdi.
Las dos formaciones participantes esperan que sean muchos
los ceutíes que asistan al concierto para pasar una
agradable jornada musical y, a su vez, venerar a la Patrona
de los Músicos, Santa Cecilia.
En esta actividad se volverá a apreciar que la Asociación
Cultural Banda de Música Ciudad de Ceuta sigue fiel a sus
tradiciones.
Santa Cecilia
En el año 1594 Santa Cecilia fue nombrada patrona de la
música por el Papa Gregorio XIII y, a través de los siglos,
su figura ha permanecido venerada por la humanidad con ese
padrinazgo. Su fiesta es el 22 de noviembre, fecha que
corresponde con su nacimiento y que ha sido adoptada
mundialmente como el Día de la Música.
El padrinazgo de la música le fue otorgado por haber
demostrado una atracción irresistible hacia los acordes
melodiosos de los instrumentos. Su espíritu sensible y
apasionado por este arte convirtió así su nombre en símbolo
de la música.
Pero más allá de las causas por las que ha sido declarada
Patrona de la Música (seguramente relacionadas con la
tradición), son innegables la bondad y pureza de Santa
Cecilia, y sus deseos de agradar a Dios. Por eso, se haya
valido o no de la música, nos podemos permitir figurarnos en
ella que la música es el instrumento del alma.
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