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SOCIEDAD - MIÉRCOLES, 15 DE NOVIEMBRE DE 2006


salón de actos de la sede “wilaya”. JLN.

marruecos / organizaciones
 

II Encuentro Internacional
de Alianza de Civilizaciones

Tuvo lugar en Xauen (Marruecos), del 30 de octubre al 1 de noviembre. Asistió al
mismo el Cónsul en Tetuán, Javier Jiménez Ugarte y el embajador Pablo Barrios
 

TETUAN
José Luis Navazo
local
@elpueblodeceuta.com

Convocado por la Organización Islámica para la Educación, la Ciencia y la Cultura (ISESCO) y la Asociación Islámica Mundial de la Al-Daw´a, bajo el patrocinio del Reino de Marruecos -Mohamev VI envió a un consejero real-, tuvo lugar hace dos semanas en Xauen (población situada a 105 kms. de Ceuta) el II Encuentro Internacional de Educación y Cultura sobre la Alianza de Civilizaciones.

Al acto asistieron, de forma oficial, representantes de Marruecos, España, Estados Unidos, Argelia, Libia, Arabia Saudí, la Unesco y El Vaticano. Por parte española intervino el Cónsul en Tetuán, Javier Jiménez Ugarte, mientras mantuvieron reuniones de trabajo el embajador Pablo Barrios y el director de la Fundación Pluralismo y Convivencia, José Mª Contreras. También presentaron diferentes comunicaciones Mhedi Flores, en representación de la Junta Islámica de España y Antonio Romero. Fueron muy seguidas las intervenciones de Giovanna Gutiérrez de Calderón (en nombre de “Mujeres para el Diálogo y la Educación”), quien se mostró muy crítica logrando algunas menciones en la declaración final y la de Antonio Rodríguez, profesor de la Universidad de Córdoba quien abordó el tema “andalusí”, cosechando numerosos aplausos.

Otras cinco mujeres acapararon la atención. La representante de la UNESCO presentó un perfil más técnico, mientras que la diplomática de la legación norteamericana -gran conocedora de Marruecos- se esforzó en presentar una visión conciliadora, destacando el clima de libertad en el que vive la comunidad musulmana en los Estados Unidos. Pero fue sin duda la cualificada representación de la República Islámica de Irán la que acaparó muchas atenciones: si la esposa del Presidente del Parlamento iraní fue más protocalaria, la hispanista y ex asesora de cultura de la embajada iraní en Madrid, Najmeh Shobeiri -quien se expresó en numerosas ocasiones en español-, logró “enganchar” más con el público con un discurso cálido y cercano, con alusiones práticas. Finalmente la vicepresidenta del Centro Cultural Islámico de Valencia dejó también oir su voz.

Otro asistente destacado por su significado y carácter personal fue Monseñor Sergio Maurizio Soldini, Prelado de Honor de Su Santidad quien, además de su intervención oficial, callejeó por la ciudad y compartió vivencias con el resto de los asistentes. También fue señalada la asistencia, sumándose a las conclusiones, del Ministro de la Presidencia de Argelia y, cómo no, del director de estudios diplomáticos de Arabia Saudí.

Fue una pena a juicio de los asistentes la falta de asistencia de una más nutrida representación marroquí, tanto del mundo de la universidad y la cultura (donde hay notables especialistas) como de la política, pues la sociedad marroquí está viviendo, puertas adentro, una fuerte controversia -no exenta de tensión- entre diferentes concepciones que podemos agrupar en dos: el “islamismo”, en alza como una marea y la sociedad civil con un perfil más cercano a planteamientos occidentales. Apostando entre ambas se posicionó el doctor Harraj, presidente de la Daw´a Islámica en Xauen cuya intervención fue definida, por algunos asistentes, como “dura”. Tampoco se entendió la ausencia de Túnez.

La “Declaración de Xauen” (que volvió a proponer la ciudad para un tercer encuentro el año que viene) se posicionó a favor de una “reparación histórica” a la comunidad de orígen “andalusí”, mientras hacía guiños al papel de la mujer en las sociedades islámicas mencionando, con puntillas, a “las asociaciones juveniles y feministas en la zona para organizar semanas culturales dedicadas a la activación del papel de la cultura en el fomento del diálogo entre las culturas y de la alianza entre civilizaciones”.

La Declaración de Xauen recalcó la importancia de la educación “en cuanto condición necesaria para el éxito de los propósitos aspirantes a establecer un verdadero diálogo, efectivo e interactivo entre las culturas, civilizaciones y pueblos de la zona del Mediterráneo”, proclamandola necesidad de fomentar “el espíritu de convivencia, concienciando a estudiantes y alumnos de sus derechos, comprometiéndose con los valores comunes, la justicia, la equidad, la tolerancia y el respeto del otro”.

A nivel práctico podríamos resumir las siguientes propuestas:

- Potenciar el valor de la educación.

- Organizar un “Observatorio Mediterráneo de los Estereotipos”

- Crear una red mediterránea de asociaciones civiles dedicada al diálogo intercultural y la alianza de civilizaciones.

También hubo acuerdo en buscar un lenguaje apropiado a la hora de entendernos, así como el equivalente a un “libro de estilo” para los medios de comunicación, aspectos que fueron presentados por el abajo firmante y firmente apoyados, entre otros, por la representante iraní, Najmeh Shobeiri, Giovanna G. de Calderón (“Mujereres para el Diálogo y la Educación”), la Comunidad Islámica de Valencia y la Junta Islámica de España.
 


Lenguaje para una Alianza

Allí en lo alto, sobre la tribuna y con un tiempo limitado, intenté ser práctico y hacer llegar el mensaje, omitiendo la famosa frase de Ortega: “La palabra es un sacramento de muy delicada administración”. Tampoco era el lugar para, con cierta ironía, abordar el diferente significado, en Asturias y Cádiz sin ir más lejos, de castizos términos relacionados con el macho cabrío y la mención a la madre de uno. Por ejemplo.

Fui rápido y prosaico, remitiéndome para ser claramente entendido a la temperatura del te o café que nos servían (atención de la ISESCO) en los descansos. Como es natural, para unos siempre estará “frío” mientras que para otros estará “suficientemente caliente”. La clave estaría en ponernos de acuerdo sobre los “grados”, la temperatura de referencia.

A nivel de un diálogo entre culturas pasa algo parecido. Ni se me ocurre poner en duda la buena intención de todos los asistentes, naturalmente. Todos hablábamos de “paz”, “libertad”, “tolerancia”, “derechos humanos”....., pero ¿estámos hablando realmente de lo mismo?. Por decirlo de otra forma, retomando el símil de la bebida: ¿tomamos como referencia la misma “temperatura”?.

Vaya el famoso ejemplo del velo enlas mujeres y la libertad o no de portarlo. A nivel de calle, en Irán es obligatorio mientras que en Túnez están luchando por erradicarlo. Argelia también se debate en la encrucijada, mientra en Marruecos no suele haber problemas en uno u otro sentido. Otro espacio problemático es el laboral. En cuanto a Europa, Francia y el Reino Unido mantienen posturas contrapuestas (sobre España paso de puntillas, por el momento).

Más puntos de fricción presentan los derechos humanos, no ya en cuanto a su aplicación sino en su enunciado: la Carta de los Derechos Humanos de las Naciones Unidas es contestada por la Declaración de los Derechos Humanos Islámicos de El Cairo. Suma y sigue. Pero en libertad y con tolerancia.
 

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