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					Una treintena de personas, propietarias de las viviendas 
					ubicadas en terrenos del Serrallo, se concentraron ayer por 
					la mañana en el hall del ayuntamiento para exigir una 
					solución habitacional tal y como se les había prometido.  
					 
					Según parece, la empresa municipal de vivienda, Emvicesa, 
					iba a ser la encargada de proporcionarles una nueva vivienda 
					conforme fueran siendo desalojados del Serrallo, un terreno 
					que pertenece al Ministerio de Defensa, que está ocupado 
					ilegalmente y en el que está previsto que se construya la 
					base única militar que permitirá la liberación de suelo en 
					el casco urbano. Defensa no ha tenido en cuenta la demora de 
					la construcción de la promoción de Miramar y no ha frenado 
					momentaneamente el lanzamiento. Los vecinos aseguran que no 
					quieren marcharse de sus casas aunque reconocen que han 
					vivido allí “en condiciones infrahumanas” y critican el 
					hecho de que ni siquiera tuvieran servicios básicos con los 
					que abastecerse. 
					 
					Ante la proximidad de las expropiaciones y derribos del 
					Ministerio de Defensa, el Gobierno local les prometió una 
					vivienda en la promoción que se está construyendo en Miramar 
					pero aún quedan cinco meses para que la obra finalice. 
					 
					Con VIvas 
					 
					El gerente de Emvicesa, Francisco Márquez, les atendió ayer 
					y les explicó que debido a los retrasos que se habían 
					producido en la construcción de las viviendas éstas aún no 
					podrían ser ocupadas hasta mediados del próximo año. El 
					propio Juan Vivas recibió más tarde a una representación 
					vecinal y les prometió su realojo inmediato en viviendas de 
					alquiler cuyo coste asumirá Emvicesa. Los vecinos 
					permanecieron durante más de una hora en el ayuntamiento 
					exigiendo respuestas a las autoridades municipales aunque no 
					se produjeron altercados. 
					 
					A primera hora de esta mañana, está previsto que se derribe 
					una de las nueve viviendas que aún permanecen en pie en El 
					Serrallo y en la que viven seis personas. Posteriormente, 
					comenzarán las actuaciones en El Tejar de Ingenieros. 
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