Ya los griegos aconsejaban la práctica de la equitación para
mejorar el estado anímico de las personas con enfermedades
incurables. En el siglo XVII, algunos médicos recomendaban
montar diariamente a caballo para combatir la gota. Las
primeras investigaciones para demostrar el valor terapéutico
de la equitación se fijan en 1875. Pero se empieza a usar de
forma sistemática a partir de los años 50-60, que comienza
en Alemania desde donde se extenderá a toda Europa.
La Hipoterapia es una actividad rehabilitadora que consiste
en aprovechar los movimientos tridimensionales del caballo
para estimular los músculos y articulaciones del paciente.
El jinete siente los movimientos simétricos y rítmicos,
iguales a los que produce el hombre al caminar. Éste se ve
obligado a reaccionar y adaptarse frente a los estímulos que
produce el caballo. La reacción es sensorial, muscular,
articular y laberíntica; mejorando así el enderezamiento de
la espalda y adquiriendo equilibrio y coordinación en los
movimientos y marcha.
Este año, los cursos de hipoterapia que se imparten en el
aula hípica de Viña Acevedo, han superado todas las
expectativas y cuentan con más alumnos que nunca.
Los beneficios de esta terapia son evidentes nada más
personarnos en las instalaciones y observar a los especiales
jinetes.
Los monitores del curso aseguran que una vez superado el
miedo inicial al caballo, lógico en cualquier niño, los
alumnos de estos cursos se vuelven unos avezados jinetes,
que disfrutan al máximo de esta actividad.
Se aplica para corregir problemas de conducta y alteraciones
del sistema motriz. Se usa, especialmente, en discapacitados
psíquicos, en niños o adolescentes con problemas de
adaptación y en personas con movilidad reducida. Entre los
avances de la hipoterapia están: reducción de la ansiedad,
aumento de la confianza y la concentración, desarrollo de la
autoestima. Además es un antídoto eficaz contra la depresión
porque mejora las relaciones sociales y la comunicación.
Los campos de aplicación suelen ser:
- Parálisis cerebral
- Esclerosis múltiple
- Autismo
- Síndrome de Down
- Distrofia muscular
- Enfermedades neurodegenerativas
- Enfermedades traumatológicas
- Anorexia
- Bulimia
- Afecciones crónicas
Los resultados de la monta a caballo multiplican los
beneficios de la fisioterapia: se activa la circulación
sanguínea, se favorece el equilibrio y se estimulan los
músculos.
Las primeras sesiones del tratamiento son esenciales para su
éxito: se debe generar el clima de confianza entre el niño y
el animal. Si el alumno no confía en el caballo es imposible
que se mantenga firme y relajado sobre él.
Los monitores del aula hípica intentan favorecer la
proximidad con el animal. El vínculo no debe ser únicamente
físico. Se motiva al alumno a acariciar al caballo, darle de
comer, ayudar en su limpieza. En pocas palabras, se pretende
que el alumno se relacionar con el animal, porque es casi
tan importante como montarlo. Montar a caballo resulta una
terapia, pero también una diversión: es una actividad médica
y lúdica a la vez.
Los beneficios de trabajar a campo abierto y con estos
animales, según los especialistas, son mucho mayores
respecto a los que se logran en una sala de rehabilitación.
Uno de los alumnos del curso es Agustín. Sufre parálisis
cerebral, pero cuando siente la proximidad del caballo su
amplia sonrisa se hace más evidente. Su madre, Ana, asegura
que desde que inició esta terapia Agustín ha mejorado mucho
la verticalidad sobre el caballo, ya que al principio
montaba totalmente recostado sobre el mismo, y en estos
momentos ya cabalga prácticamente erguido.
Hay un grupo de alumnos que ya llevan cinco años asistiendo
a estos cursos, y ya son unos expertos en el arte de la
equitación. Son Aaron, Germán, Lucia, Fran y Ruben. Los tres
primeros pertenecen a la Asociación Síndrome de Down. Ellos
ya montan sólos.
Javier Pérez, gerente del aula, habla de la importancia de
la implicación de los padres: “Es fundamental que los padres
se impliquen, porque la continuidad es importantísima para
los niños, y se nota mucho en su evolución y progresión
cuando un niño asiste con regularidad a las clases”, es lo
que más destaca el gerente del aula.
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