Jesús Carretero lleva ya
muchos años como cronista deportivo. A mí me tocó conocerle
cuando desarrollaba esa labor en tierras extremeñas, a
finales de los 70. Luego, cuando los 80 estaban en sus
primeros albores, volvimos a encontrarnos en Ceuta.
Jesús Carretero es catedrático de griego y lo del fútbol lo
lleva como una afición desmedida de la cual jamás quiso
prescindir. A pesar de que muchas veces sus opiniones le
costaron más de un disgusto. Las críticas de JC hube yo de
soportarlas cuando me sentaba en el banquillo de la
Agrupación Deportiva Ceuta. Entonces, al comentarista le
daba por escribir con una dureza inusitada. Pecado de
juventud y, por qué no, deseos de destacar en una actividad
que no era la que le daba para vivir muy bien.
Sin embargo, cuando mi etapa de entrenador, jamás le mostré
nunca mi desacuerdo ni, mucho menos, me dio por decirle que
estaba equivocado en cuanto escribía o hablaba por la radio.
Es más: lo atendía con agrado y hasta llegamos a fabricar
una amistad que hemos mantenido hasta ahora.
JC fue, poco a poco, conociendo a quien suscribe y se
permitió el lujo de comprobar de qué manera reaccionaba
también en los banquillos. Se dio sus trazas para ir
recopilando detalles y anécdotas del entrenador y todavía
hoy, después de tantos años, las sigue contando cada vez que
quiere y se encarta. Y a fe que el relato que hace de ellas
es fiel a cómo ocurrieron en ese pasado que a mí me cuesta
tanto regresar, por miedo a quedarme como la mujer de Lot.
Pero ha sido él, es decir Jesús Carretero, quien me ha
obligado a echar la vista hacia atrás el viernes pasado, al
conseguir entrevistarme para Radio Nacional de España,
debido a que hoy juega el Portuense en el Alfonso Murube.
Una entrevista que no le negué por ser él quien es: pues
hace ya hace mucho tiempo que me propuse cobrar a cualquier
medio que le interese lo que yo pueda decir sobre lo que
quieran preguntarme.
En la entrevista, corta y al grano, dije que los partidos
entre Ceuta y Portuense, en los cuales he participado como
técnico, estaban siempre rodeados de una pasión enorme y de
un ambiente indescriptible. ¿Quién no recuerda los dos
encuentros de la temporada 82-83? Temporada en la que la
Agrupación Deportiva Ceuta consiguió el ascenso y el
Portuense se quedó a un punto de lograr su paso a la Segunda
División A.
JC me habló de Paco: el extraordinario jugador
gallego con quien tuve problemas en el túnel de vestuario
del Murube, en una de mis visitas a Ceuta, y del que dije en
la sala de prensa que, incluso molesto con el rifirrafe, no
dudaría en ficharlo para un equipo entrenado por mí. Sin
saber que pocos meses después se habría cumplido mi deseo.
JC me recordó, cómo no, partidos donde tomé decisiones en el
banquillo, deprisa y corriendo, que dieron el resultado
apetecido. Aunque hube de esforzarme mucho más que el
entrevistador para acordarme de lo que éste nunca ha
olvidado de los enfrentamientos entre el equipo de Ceuta y
el del Puerto de Santa María. Quiso saber JC si estaría hoy
en el Murube. Y no le di certeza de ello. Por razones
varias. Ahora bien, espero y deseo que el partido responda a
las esperanzas que el equipo de donde yo fui nacido ha
despertado entre sus aficionados. Aunque me van a permitir
que, en esta ocasión, prefiera que gane el conjunto local.
Porque necesita la victoria más que los portuenses.
Lo que no le dije a Jesús Carretero es que el alcalde de El
Puerto de Santa María, Fernando Gago, ha anunciado
oficialmente que las fiestas primaverales de su tierra han
sido dedicadas a la ciudad de Ceuta. Por lo tanto, ojalá que
el encuentro transcurra por los cauces deportivos. Como debe
ser.
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