La denuncia que el lider de la
asociación moderada ‘Luna Blanca’ nos ha trasladado sobre un
feo asunto en un lugar sagrado como lo es la mezquita de
Sidi Embarek, nos ha dejado ciertamente perplejos. Hartos ya
de servir y depender religiosamente de Marruecos, un grupo
muy amplio, cada vez más numeroso de musulmanes ceutíes
pretenden reorganizarse y pasar a depender, como no puede
ser de otro modo, de las entidades españolas. Melilla ya lo
ha logrado, pero Ceuta no.
En este sentido, la asociación ‘Luna Blanca’ presidida por
Mustafa Abdelkader en aras a estrechar lazos culturales con
su entorno europeo y, mediante un programa de intercambio
europeo bendecido por un convenio con la Consejería de
Educación y Cultura de la Ciudad Autónoma de Ceuta, reunió
en la ciudad a un grupo de cinco personas de distintos
países de la Unión que, entre otros asuntos, iban a girar
visita a la mezquita de Sidi Embarek para conocer su
génesis, su funcionamiento y su papel tanto en la sociedad
musulmana como en la ceutí. Se trataba de recabar
información para transmitirla en las aulas de Enseñanzas
Medias.
Pero la figura alargada, amenazante -según Abdelkader- del
llamado iman de los viernes, Ahmed Liazid, impidió el normal
desarrollo de la visita prevista y contemplada por la Ciudad
Autónoma. Luna Blanca acusa a Liazid de ‘boicotear’ estas
actividades y advierten de estas actitudes antes de que el
programa ‘Ceuta te enseña’ con escolares ceutíes sufra las
iras de este hombre que se hace llamar representante de los
musulmanes ceutíes y que, no hace demasiado mantenía
estrechos contactos con la administración marroquí. No
sabemos si los sigue manteniendo, aunque hay muchas lenguas
que apuntan en este sentido.
Los lazos religiosos musulmanes de Ceuta deberían estar
entroncados con los de la península, con los de España. No
parece muy coherente que sea Marruecos quien dirija la cosa
en nuestra ciudad y las voces en contra, dentro de las
familias musulmanas, son cada vez más numerosas,
precisamente por ser éstas más coherentes.
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