UGT envió el pasado jueves una propuesta a las dos
organizaciones empresariales, Cámara de Comercio y
Confederación de Empresarios, así como a la Ciudad Autónoma,
con el objetivo de lograr un transporte de mercancías de
‘coste cero’. En el documento, la organización sindical
cifra en ocho millones de euros el gasto anual aproximado en
transporte, una cantidad que sería subvencionada para
alcanzar el objetivo de ‘coste cero’. “La intención nos
parece muy positiva pero para que la intención se convierta
en un proyecto y el proyecto se lleve a cabo habría que
someter esta iniciativa a una serie de estudios
preliminares”, explicó el presidente, quien añadió que el
comunicado no especifica quién se hace cargo del coste. “Esa
es una de las cuestiones que hay que analizar, además del
impacto que tendría la medida sobre los precios de venta de
los productos, al objeto de que sea verdaderamente un
elemento de incentivación del comercio. Habría que ver si no
hay ningún tipo de impedimento por parte de la normativa
comunitaria y saber cómo se establecerían los controles para
que el impacto previsto sea efectivo”, explicó el presidente
de la Ciudad, Juan Jesús Vivas.
La Ciudad pagaría los costes
El secretario general de UGT, Antonio Gil, explicó que sería
la Ciudad Autónoma la encargada de costear los gastos del
transporte a través de un convenio con los empresarios. “La
medida repercutiría en todos: el comerciante baja los
precios y se hace más competitivo, el consumo interno
aumenta y las exportaciones se incrementan
considerablemente”, explica el secretario general de UGT en
Ceuta, Antonio Gil.
Según los cálculos de UGT, la fórmula subvencionada sólo
sería necesaria en un primer momento. “Con el tiempo, la
propia recaudación del IPSI costearía los gastos, de forma
que el sistema acabaría autofinanciándose”, explica Antonio
Gil, quien destaca el hecho de que el IPSI se igualaría al
IVA en cuanto a poder recaudatorio a pesar de gravar de
manera inferior.
Otra de las consecuencias interesantes de la puesta en
práctica de esta fórmula sería la reducción del tiempo de
recepción de mercancías, uno de los inconvenientes del
actual sistema. “Lo único que pretendemos es que se sienten
las partes a hablar y a valorar la propuesta. Todas las
medidas conllevan ciertos riesgos por eso deben ahora
sentarse y estudiarla. Son además muy importantes las
medidas de control para que no sirva sólo para engrosar las
cuentas de los empresarios”.
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