El presidente de la Ciudad Autónoma, Juan Vivas, acompañado
del delegado del Gobierno, Jenaro García-Arreciado, pudo ver
ayer completado el trabajo de remodelación del edificio
Cerni que ordenó iniciar hace cinco meses y en el que se han
invertido alrededor de 300.000 euros -200.000 euros desde el
Gobierno local y 100.000 euros de la familia propietaria-
para la reconstrucción de las fachadas principales y
medianeras y la materialización de los cuatro dragones que
coronan el inmueble desde hace una semana. En el cuerpo
inferior, la empresa Jomasa S.L ha restaurado el cuerpo
inferior del célebre edificio, pero no ha podido recuperar
los elementos ornamentales, fuertemente degradados por la
apertura de locales. Para la rehabilitación de la parte
superior han sido determinantes las fotografías de
principios de siglo que han facilitado el trabajo de
reproducción de los ornamentos exteriores.
Una nueva perspectiva asentada en las particularidades
originales del edificio que recibió todo el reconocimiento
del presidente de Ceuta durante su inauguración. Acompañado
también de los propietarios, la familia Benhamú, realizó un
recorrido para contemplar, en el interior del Casino
Militar, la exposición que el área de Cultura preparó para
la presentación oficial de la Casa de los Dragones. Al final
de la visita, Vivas aseguró que la actuación era “más que
necesaria” porque los daños habían alcanzado cierta
complejidad desde el punto de vista formal. Sin embargo,
aunque el edificio Cerni goza del nivel de protección 1 en
el ámbito urbanístico, destacó el valor afectivo del
inmueble para el conjunto de la ciudadanía: “si los muros de
esta casa hablasen, contarían la historia de Ceuta”.
Asimismo, subrayó que la financiación del edificio Cerni ha
supuesto un “esfuerzo” para la Ciudad y un “sacrificio” para
la familia propietaria. Una voluntad común para resaltar que
en esta rehabilitación “no es todo cemento”. Tuvo elogios
para todo el equipo de trabajo, desde Envicesa, pasando por
las consejerías de Alumbrado, Cultura y Fomento, y, muy
especialmente, para el artífice de la recreación de los
dragones, Antonio Romero. “Ha logrado reseñar que la
mitología es, una vez más, una de las señas de identidad de
Ceuta”.
La historia ha dado muchas vueltas alrededor de un edificio
que ha pasado de ser Casino Africano a sede de la Caja de
Ahorros, pasando por ser propiedad de las misioneras de la
orden Inmaculada, hasta la familia Benhamú. Oídos de pared
que han conocido la dictadura de Primo de Rivera, la bandera
tricolor de la República, la dictadura de Franco y varios
cambios de propietario.
Finalmente, la aportación de Antonio Romero y su interés en
realizar las esculturas fantásticas ha significado el mayor
empujón en el desarrollo de la restauración. En su caso,
cuatro meses de trabajo para esculpir cuatro dragones
-existe la duda de que sean seis porque sólo quedan
reproducciones fotografías a larga distancia-. 200 kilos por
cada pieza materializada en poliester para evitar la
corrosión del paso del tiempo.
Taller de moldeo
Un taller ha sido el encargado de elaborar los moldes para
las recreaciones de los elementos decorativos que ya habían
desaparecido (frisos metopas, tríglifos, enjutas, acantos o
medios relieves) mediante la utilización de silicona,
poliester o escayola. Un mirada hacia atrás en el tiempo
para dar una perspectiva renovada de la corriente
historicista a la que pertenece la Casa de los Dragones y es
que gran parte de los elementos ornamentales, para los que
se han empleado morteros de cal y resinas epoxídicas, no
existían cuando comenzó el proceso de rehabilitación.
Las fases del trabajo arrancaron con el desmonte manual del
inmueble porque estaba muy degradado. Después se anclaron
los moldes en los paramentos verticales con varillas de
acero inoxidable y se culminó la obra en la fase de acabado
mediante revoco petreo con acera virgen y pintura de
solicato con ceramina.
La muestra que acoge desde ayer el Casino Militar recoge
todas las etapas relevantes en el plan de reconstrucción:
‘Documentación histórica’, ‘Estado previo general’, ‘Proceso
de restauración’, ‘Taller de moldeo para elementos
ornamentales’, ‘Originales’, ‘Realización de los dragones’,
‘Estado previo’ y ‘Restaurado’. Ocho fases elementales de un
inmueble que lleva este nombre por encargo del alcalde que
gobernó la ciudad en el periodo que va de 1897 a 1903. La
famosa casa fue inaugurada por primera vez en 1905 y ha
vivido dos rehabilitaciones: 1996 y una nueva diez años
después.
Positivo resultado
El trabajo general ha dejado en el presidente Vivas una
impresión “muy positiva” como aspiración culminada del
gobierno de la Ciudad. Reconoció sentir una “sincera”
emoción tras ver concluida una actuación de carácter
“conveniente” que viene a sumarse al programa de
rehabilitación de edificios que desarrolla Envicesa como es
el caso de la Casa Marañés o el Revellín. “No será la
última”, concluyó, dejando la puerta abierta a más
remodelaciones.
Y es que dentro de la corriente historicista del edificio
Cerni también están otros inmuebles de la calle Alfau y
Solis.
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