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OPINIÓN - JUEVES, 9 DE NOVIEMBRE DE 2006

 

OPINIÓN / ESPAÑA CAÑÍ

Dios escribe derecho…
 


Nuria Van Den Berghe
nuriavandenberghe
@elpueblodeceuta.com
 

Dice el refranero que mama de las raíces de la sabiduría popular que “A veces Dios escribe derecho con renglones torcidos”. Y, como el Sumo Hacedor, no da puntada sin hilo, para paliar esa falta de horizontalidad dota al ser humano de un cerebro y de una serie de capacidades cognoscitivas y volitivas, que, por lógica, hay que encaminar a enmendar esa especie de reto divino. Se nos plantea una especie de incógnita que hemos de desentrañar, en plan análisis y síntesis y hacerlo lo mejor posible. Con los dos hemisferios cerebrales trabajando a destajo y perfectamente coordinados.

Y es por ello, cuando se enmienda una torcedura, que es pura provocación de la Mente Suprema, hay que valorar el mérito humano y mostrar el reconocimiento al descubrimiento, a la iniciativa o a la idea.

Toda esta palabrería inicial, viene motivada por mi satisfacción y la de todas las personas dotadas de una mínima sensibilidad, ante la aprobación en el Congreso de la ley que permite a los transexuales modificar su DNI sin intervención de reasignación genital, es decir, sin haber tenido que pasar necesariamente por el calvario quirúrgico como “condictio sine qua non”.

En veintisiete años de ejercicio de la abogacía he visto, lógicamente, expedientes de cambio de sexo y son una experiencia dura, desde el punto de vista humano y emocional. He conocido a chicas atrapadas en cuerpos de hombres, por una especie de pesada broma genética, por una malvada jugarreta del destino. También conocí a un muchacho atrapado en un cuerpo femenino y también conocí un sistema legal que se me antojaba absolutamente despiadado e indiferente hacia todos los privados de libertad. Se lo juro a ustedes, entre esas carpetas que llevan una pegatina roja que pone en letras negras “Urgente .Causa con preso” y las de “Registro Civil. Cambio de sexo” no encontrábamos mi hijo mayor Gabriel ni yo ninguna diferencia, ni motivo alguno que aconsejara más premura a unas causas que a las otras : todos estaban idénticamente en prisión. Y todos luchaban denodadamente, dejándose la vida y la energía en ello, para lograr la libertad.

Los presos por las Leyes Penales, por salir del Hotel la Reja, los presos en un género prestado, por recobrar su auténtica identidad. Todos por vivir y ser libres y ese “ser felices” que para servidora debería aparecer en el articulado constitucional como derecho inalienable del ciudadano.

El Proyecto de Ley aprobado por la Comisión de Justicia del Congreso se me antoja una ley que va a hacer felices a muchas criaturas, como una especie de indulto o de medida de gracia, de esos que dejan las cárceles semivacías. Aunque no es un indulto general sino parcial, porque sigue poniendo condiciones a una situación tan real y dolorosa como es la de vivir encadenado o encadenada a un género que no es real. ¿Dos años de medicación antes de modificar el DNI? ¿Y si la persona no ha podido por cualquier causa estar dos años medicándose de manera continuada? Para mi el ser hombre o mujer no es cuestión de hormonarse a tope, supongo que con peligro de averiarse el hígado, el páncreas, el estómago o los riñones (Confieso que hablo con boca de necia porque ignoro si esa feroz medicación tiene efectos secundarios adversos, pero, ante la mucha química, los órganos suelen reaccionar mal).

Como el “maverick” que predicara Orson Welles yo creo que ningún Gobierno puede obligar a nadie a ser quien no desea ser, ni ponerle trabas, requisitos y todo tipo de obstáculos legales para alcanzar su meta. ¿A quien o a que perjudica el que se reconozcan derechos a los transexuales? A nadie. Al revés, si se es cristiano ha de satisfacer el que cualquier persona diagnosticada de “disforia de género” encuentre todo tipo de facilidades y apoyos para ser él o ella misma. ¿Quién mierda es la Administración para meterse a obstaculizar e incordiar? Eso pasa por vivir en un Estado laico que no sabe de la sutil e innegable conjunción que ha de haber entre las leyes de los hombres y las leyes de Dios. Mis defendidos en temas de cambio de sexo a nadie dañaban y les pasaba, en su prisión de género, como a mis entalegados en cárceles, que si contaban con el amor incondicional y con el firme apoyo de sus familias, todo era infinitamente menos duro, dentro de su extrema dureza, pero si era al contrario, era un infierno.

No hace tantos años que comenzó a hablarse en Andalucía de la gratuidad del cambio de sexo por la Seguridad Social, pero he conocido a buena gente ahorrando chavito a chavito para costearse una intervención. Me recordaba a las familias que se entrampan y acuden a esos que dicen en las barriadas que “dan dinero al interés” para pagar una de esas fianza que, la ley señala pomposamente como “garantía asegurativa del cumplimiento de los deberes y obligaciones de quien se encuentre en libertad provisional”. ¿Y si no hay manera de rascar las perras? Pues el tipo no sale, o sale con el tiempo si va bajando la fianza. Hasta hace nada, los diagnosticados de disforia de género, para conseguir la libertad, tenían que pagarlo y mucho, no tan solo en dinero, sino en cirugía ,medicación, tratamientos y más tratamientos… Confieso que, muchos de esos nombres que aparecían en las tapas del expediente, tenían el alma profundamente cansada, se les agotaban las energías, era todo muy duro, muy laborioso y más pesado que un recurso contencioso-administrativo. ¿Qué dicen? ¿Qué tanto los recurrentes como los del cambio de DNI son personas? Por supuesto, pero el que recurre por la vía contenciosa suele tener intereses y problemas muy dispares en dramatismo a los que aspiran a un nuevo nombre y a que se les reconozca quienes son porque, serlo, es su voluntad y expresión de su libertad.

“Cirugía de reasignación genital” ¿Por qué un quinario previo? Diagnóstico y certificación de disforia de género, reconocimiento de los derechos, respeto a su opción y luego, la persona, ya encauzará sus pasos hacia donde más y mejor le convenga. Pero no por imposición “O te operas o no hay nuevo DNI” sino porque sí, porque es natural que, una mujer que sale en libertad de un género que no le corresponde, quiera que todo se adecue a su nueva condición civil y quiera imitar a iconos como Bibi Andersen, una señorona donde las haya, musa de Almodóvar y estilazo a tope. O un chico que deja de ser chica, porque nunca lo ha sido ni lo ha sentido, apetezca de vida, de trabajo, de realización… ¿Qué como eran las personas de los temas de Registro Civil que me ha tocado vivir? Pues las que he conocido eran discretas y educadas y también bienaventuradas, porque contaban su historia y acababan llorando, de pena o de impotencia “Bienaventurados los que lloran porque ellos serán consolados”. Dios escribe derecho, pero a veces tuerce los renglones y mira a los hombres y entonces van los hombres, aceptan el reto y dictan una medida inteligente y todo queda en orden en el Universo.
 

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