“No se quiere cruzar el Estrecho a
unos precios desorbitados”, dicen los vecinos -convocantes
de la marcha de hoy por la Avenida Cañonero Dato en protesta
por los precios ‘abusivos’ que emplean las navieras para los
usuarios-.
Incluso piden que exista una sana competencia en el que el
usuario ceutí salga realmente beneficiado. No en vano, los
ceutíes sólo tenemos este ‘cordón umbilical’ que nos une a
la península. Si bien las navieras intentan potenciar
ofertas, en estos momentos, como antes nunca vistas, siguen
siendo “gravosas” a juicio de los ciudadanos que marcharán
esta tarde por la avenida portuaria.
Pero también exigen reducciones en los precios del
transporte de mercancia cuyos costes redundan directamente
en el bolsillo del consumidor de cualquier producto
distribuído en Ceuta.
Es realmente una ‘patata caliente’ que pocos se han atrevido
a coger. En los últimos tiempos, políticos como De la Encina
ha realizado todo un esfuerzo desde su preponderante parcela
como portavoz de Transportes en el Congreso de los
Diputados, al lado eso sí, de la Dirección General de Marina
Mercante, o sea el Estado, pero los resultados que se han
podido ir obteniendo, se han ido diluyendo cual azucarillo
en agua por razones que aún nadie termina por entender. La
‘peleada’ intercambiabilidad de tarifa general de ida y
vuelta, que tantas vueltas dio desde terminado el verano,
fue finalmente aceptada pero ha durado lo que un caramelo a
la puerta de un colegio. Fue Acciona, nada menos, la que
tiró del ‘mantel’ arrastrando a Euroferry con ella. Eso sí,
el Estado no ha quedado muy bien parado ante los ceutíes
tras las promersas de interlineado porque la mega-empresa ha
mirado por sus intereses. Es su estrategia empresarial y,
por supuesto, es libre de contemplar el escenario que
considere oportuno, faltaría más.
Ante la situación en la que nos encontramos, es mejor contar
con una sana competencia que pueda favorecer los intereses
de los ceutíes.
|