El gran ‘palo’ que el Tribunal de la Defensa de la
Competencia dio a las tres navieras (600.000 euros de
sanción a cada una) que en 2005 operaban en el Estrecho tras
la denuncia de la Asociación de Consumidores y Usuarios del
Transportes, ha servido de acicate para que éstas se piensen
muy mucho lo de la famosa intercambiabilidad.
Desde la sentencia, el interlineado quedó roto y los
usuarios vieron así mermadas la posibilidad de escoger
libremente horario tanto de ida como de venida.
“Lo que puede parecer, a priori, una desventaja, supone la
libre competencia entre las navieras”, indican expertos
consultados por este diario, que redunda en “beneficiosas
ofertas hacia el ususario en la ‘sana batalla’ de las
navieras por captar clientes”, estiman estos economistas que
elaboran un estudio sobre el desarrollo de la línea marítima
entre Ceuta y Algeciras, “una de las, hasta ahora, más
costosas del mundo en relación a la distancia a cubrir”,
dicen.
Tras la sentencia de TDC, las navieras (Acciona, Euroferry y
Buquebus) expresaron sus reticencias a la hora de volver a
un interlineado sin el visto bueno del citado tribunal.
Asunto en el que el Estado se involucró en orden a lograr de
las navieras (privadas) un nuevo acuerdo de interlineado
capaz de superar las trabas del Tribunal de Defensa de la
Competencia.
Dicho y hecho, la participación del diputado socialista De
la Encina, a la sazón portavoz de transportes en el
Congreso, en el último tercio del verano resultó decisiva.
Para ese entonces, el Estado había aceptado la compra de
Euroferry por Acciona y aún quedaba la resolución del
concurso para otorgar el servicio público de la línea
(Acciona y la nueva naviera Baleària pujaban por él).
La creación de un Reglamento de interlineado, bendecido por
el TDC no sirvió para recrear el espíritu de servicio hacia
el ususario que se suponía, al menos así lo afirmó el propio
De la Encina mostrando cierta decepción. Se permitía el
intercambio de tarifa general para billetes bien de ida o
bien de vuelta.
Nuevos encuentros y llamadas de atención, involucrada
igualmente Marina Mercante -el Estado-, logran una tarifa
general para billetes de ida y vuelta. (Acciona, Euroferry y
Baleària la admiten, Buquebús a priori no).
Entre tanto las navieras continúan con su espectacular
lanzamiento de ofertas a través de los medios de
comunicación. ¿Todas?, todas no. Acciona, poseedora de
Trasmediterranea y de Euroferry mantiene los precios según
tarifas y se limita a cumplir con las prerrogativas
derivadas del convenio estatal de servicio público, las
demás no tienen por menos que agudizar el ingenio.
Batalla en el Estrecho
Sin embargo, la línea del Estrecho continúa su particular
convulsión cobrando su momento álgido en el último fin de
semana de semana de octubre. El fuerte levante con olas
superiores a 3 metros impidió las salidas de los distintos
fast ferrys. Momento en que Acciona puso en liza a su buque
‘Las Palmas de Gran Canaria’. La situación de interlineado
se rompe de facto desde el momento en que la empresa no
admitió billetes de otras navieras, y aún peor, no abrió
taquillas para poner en venta estos nuevos billetes.
Acciona Trasmediterránea había anunciado el 25 de octubre,
mediante escrito a Capitanía Marítima la intención de no
continuar con la intercambiabilidad y sólo admitir el
intercambio con Euroferry.
Buquebús anuncia después, y lleva a cabo, la entrada en
servicio de un segundo ferry. Son ya cinco buques los que
hacen la línea y cuatro los embarques con los que cuenta el
Puerto de Ceuta.
La situación provocada facilita que se produzcan en la
actualidad 27 rotaciones en esta especial lucha por hacerse
con el mercado. (Acciona-Trasmediterránea y Euroferry, copan
once de estas rotaciones; Buquebus diez y Baleària seis).
En la actualidad se ofertan a diario algo más de 22.000
pasajes para un uso medio diario de 2.000 pasajeros .
El capitán marítimo de Ceuta ha afirmado que “el mercado
será quien regule finalmente esta situación”. Fernández Lera
ha informado puntualmente de toda esta situación a la
Dirección General de la Marina Mercante que deberá regular
de algún modo este escenario, por otra parte de libre
mercado.
La llegada de una nueva naviera como Baleària -potente en el
tráfico interbalear y con la península- ha logrado despertar
la competencia entre las navieras rompiendo, de este modo,
con acuerdos bien estipulados, bien tácitos, que convertían
a esta línea, según ACUTRANS en un ‘pool’ encubierto
excesivamente “gravoso para el usuario”.
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