Ceuta, ejemplo de tolerancia,
donde conviven pacíficamente cuatro religiones, bajo una
sola identidad; una nacionalidad, una sola bandera y por
tanto, la Constitución Española que garantiza nuestra
convivencia democrática, ha superado, a lo largo de su
historia, innumerables dificultades protagonizadas por
extremistas: Incendios, apedreamientos, manifestaciones
violentas, declaraciones, etc.
Muchos líderes políticos, sociales y religiosos han
trabajado intensamente para que esta convivencia se
consolide al objeto de que, los ciudadanos de Ceuta y en
particular, las nuevas generaciones, tengan un futuro cierto
repleto de prosperidad. Líderes que no dudan en compartir
reuniones y celebraciones de festividades religiosas al
objeto de conseguir esta meta esencial para nuestra Ciudad.
No obstante, también nos encontramos con otros individuos,
cuyo único objetivo es debilitar, día a día, la convivencia,
la paz interna, la tranquilidad de una ciudad española con
el único objetivo de facilitar nuestra anexión al reino de
Marruécos. Personas, sin representación parlamentaria ni
asociativa, que se manifiestan a uno y a otro lado de la
frontera, que acceden libremente a las sesiones plenarias y
a los actos públicos, con la única finalidad de
representarse a sí mismo justificando sus actuaciones ante
el Gobierno marroquí.
Aunque, también existen líderes políticos cuyas pretensiones
no son estas pero, con sus actuaciones provocan el
fraccionamiento de nuestra sociedad, dividiéndola entre
musulmanes y el resto de comunidades religiosas con la única
finalidad de atraerse un voto fácil pero, sin meditar en el
daño que pude llegar a causar a los ciudadanos a los que
representa.
Líderes que tratan de apropiarse del voto de los ciudadanos
de religión musulmana a través, de peticiones absurdas e
incluso, inconstitucionales. Que dividen a los ceutíes por
barriadas excluyendo al resto mostrando una falta total de
sensibilidad porque, la penuria no entiende de religiones,
lenguas ni contiendas políticas.
En definitiva, líderes que en nada favorecen la convivencia
en una ciudad necesitada de la estrecha colaboración de
todos sus ciudadanos para alcanzar el único objetivo
posible, que Ceuta y todos sus habitantes tengan un futuro
incuestionable como cualquier otra ciudad española.
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