José Luis Barceló, cronista
oficial de la tierra, habrá tomado buena nota en su libreta
de provisiones, del hecho que el domingo se produjo en
Almendralejo: la Asociación Deportiva Ceuta consiguió su
primera victoria en el campo Francisco de la Hera,
tras no haber ganado durante los diez primeros partidos de
Liga correspondientes al Campeonato de Segunda División B.
Una marca insólita por tratarse de un equipo acostumbrado a
ganar y, desde luego, porque su presupuesto es de clase
media alta.
Por lo tanto, entendemos que la victoria, una vez registrada
en el bloc de recordatorios de José Luis Barceló, puede
alcanzar a lo mejor categoría de efeméride, una vez que
transcurran los días necesarios para que él considere si lo
ocurrido es motivo suficiente para pasar a la Historia de la
ciudad. De momento, trataremos de aportarle algunos datos,
por si el cronista de la ciudad no estuvo el domingo, día 5
de noviembre, sentado a las cinco de la tarde ante el
televisor y enchufado a Radio Televisión Ceuta.
Comentaron el partido dos personas muy conocidas en su
tierra: Cecilio Castillo y Pepe Jordán. Muy
buenos aficionados al fútbol. El primero, además, todo un
experto en ese juego que llaman fútbol-sala y que gracias a
sus desvelos consiguió cubrir el hueco que había dejado en
Ceuta el fútbol de toda la vida.
Pasado el tiempo, mucho tiempo, aún me parece estar viendo a
Cecilio convertido en figura directiva de aquel
extraordinario Mitsubishi. Daba gusto oírle hablar por boca
de aquel enorme, no sólo por su obesidad, entrenador
brasileño, de cuestiones tácticas y técnicas de un deporte
que llenaba un polideportivo mientras el Alfonso Murube,
comido por la soledad y el abandono, rumiaba su nostalgia de
épocas exitosas.
Me parece que Cecilio, como verán no lo aseguro, pues no es
algo que me interese lo más mínimo, es ahora directivo de la
ADC. Y sigue hablando por la boca del entrenador del equipo
y de algunos jugadores. Al menos, fue lo que pudimos
apreciar durante el transcurso de sus intervenciones cual
comentarista del partido.
“Que si Carlos me ha dicho; que si Javi Navarro
no entiende por qué está peleado con la suerte y la
temporada anterior hacía goles como churros; que si De
Gomar es una figura que se desespera por no corresponder
a la fama que se ha ganado a pulso allí donde estuvo, etc”.
Y entre tantas explicaciones, favorables a los componentes
de la plantilla, le salió el tópico de siempre: “A mí
mientras el equipo cree oportunidades de gol, no me preocupa
su situación. Máxime cuando se lo he oído decir a
Ryjkaard”.
Es decir, que Cecilio, tan buen aficionado, nos remitía en
todo momento a lo que otros habían dicho y nunca nos dio una
opinión suya para aprender. Lo cual me produjo la
consiguiente desilusión: ya que esperaba mucho más de quien
da la impresión de estar sobrado de conocimientos
futbolísticos. Una pena. Sobre todo en un día donde se
estaba produciendo, en tierras extremeñas, un hecho jamás
conocido aquí.
La ADC se presentaba en Extremadura como el único equipo que
aún no había ganado en su categoría y, sin embargo, un
directivo (?) se sentaba tan pancho en la televisión a
explicarnos que la plantilla era extraordinaria y que estar
diez partidos sin ganar no estaba motivado por ningún error
de bulto. Y, encima, nos dejaba huérfanos de ideas suyas.
Eso no se hace, Cecilio.
En lo tocante a Pepe Jordán, a quien le tengo ley, decirle
que la ADC estuvo más entonada. De ahí su triunfo merecido.
A ver si ahora los jugadores suman diez victorias seguidas y
sitúan al equipo en puestos de promoción de ascenso. Sería
posible otra efeméride para Barceló.
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