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Ceuta y Melilla en el ojo del
huracán de la investigación policial relacionada con el
terrorismo. A pesar de que la información corresponde al mes
de mayo tiene vigencia. Por dos veces, en menos de seis
meses, el diario ‘El País’ se hace eco de informes
clasificados que desvelan el entramado de pesquisas e
impresiones de los servicios secretos españoles sobre el
islamismo más radical. Una información que hay que tomar con
cierta prudencia y esperando que dichos contenidos no tengan
doble cara o por lo menos, otra intencionalidad más allá de
la meramente informativa. Eso sería terrible. No se sabe a
cuento de qué este diario nacional, perteneciente al grupo
PRISA, lanza una noticia de este alcance que afecta a la
seguridad nacional (aunque no se deduzca de su información)
y que puede amedrentar a cualquier persona interesada en
conocer la Ciudad Autónoma, en poner una empresa en esta
tierra o en cualquier otro asunto que implique poner un pie
aquí.
Y volvemos a lo de siempre. La insistencia machacona de
ofrecer la cara más oscura de Ceuta al resto de España. Sin
dudar de la profesionalidad de los periodistas del diario
nacional -muy agobiados por el trabajo durante el fin de
semana- la trascendencia de esta información en nuestra
tierra es enorme. Así que esperamos algo más que esto, algo
más que ser el ojo del huracán constantemente, de la misma
manera que lo esperan los ciudadanos de Melilla
Imaginemos a un empresario que piensa en establecerse en
Ceuta para montar un negocio de comercio. Se sienta un
domingo por la mañana a leer la prensa y se encuentra con
que la ciudad es objetivo del terrorismo y hasta aquí
podemos leer. Por no decir de los caballas que viven fuera,
de los estudiantes que están en Granada. O de la pareja que
iba a pasar unos días de descanso en el norte de África.
Ceuta se merece algo más, una explicación más profunda, un
respeto ante todo.
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OPINIÓN / EDITORIAL
