Primero fueron los pisos de
treinta metros donde, usted, sentía cosquillas en los píes,
en cuanto al vecino de abajo le daba por pintar sus techos o
tenía que salirse a la calle cuando daba dentro el sol
porque ambos dos, el sol y usted, no cabían dentro.
Ahora, como no podía ser menos, no salen con otra
genialidad, la propuesta del Ministerio del Medio Ambiente
que se establezcan diferentes tramos en la tarifa del agua y
que se grave el consumo doméstico que se considere excesivo.
¿Y cuál es la cantidad de agua por persona en el consumo
doméstico, pasada la cual nos costará más el preciado
líquido?. Pues sesenta litros per capita. Aclarando que es
gerundio, sesenta litros por persona al día.
Todos estámos de acuerdo en que hay que ahorrar agua porque,
en nuestros país, es escasa.
Ahora querer gravar la tarifa del consumo doméstico, cuando
éste sólo representa el once por ciento del total, nos nos
parece le medio más adecuado. Porque como siempre, pagarán
más los que menos tienen.
Qué le va a importar a un señor con parné, qué le graven la
tarifa del agua. No le va importar lo más mínimo, seguirá
con sus palitos y sus pelotitas jugando al golf porque, sin
duda alguna, no le va a hacer mella ninguna ese aumento que
experimente la tarifa del agua.
Otro caso bien diferente será el que tengamos que padecer
los que no somos pudientes, los que vivimos de un sueldo o
de una pensión, a los que la subida del agua les creará más
de un dolor de cabeza para llegar a fin de mes. Aumentando,
por supuesto, ese dolor que ya padecemos para poder llegar a
fin de mes, por culpa de la mierda del euro que, cada día,
nos hace más pobre.
Sí, nos hace mas pobre porque, desde el primer día que
perdimos la peseta, somos un sesenta y seis por ciento más
pobres todos los españoles, a pesar de lo que algunos
“inteligentes” nos digan que vivimos mejor que nunca gracia
a nuestro potencial económico. Seguramente que los que
hablan de esa forma, con lo que ganan, no tendrán problemas
para llegar a fin de mes.
A todos ellos, a esos que alegan que estamos de maravilla,
les iba a dar el sobre de un trabajador o de un pensionista,
a ver si cuando tuviesen problemas para llegar a fin de mes,
hablaban y nos contaban esos cuentos que nos cuentan.
Ahora, con esa propuesta de la subida de la tarifa del agua,
sólo nos creará problemas a los que siempre nos ha creado
todas las subidas experimentadas, a los que menos tenemos.
Que nadie dude que esa subida arrastrará trás ella, la
subida de muchos otros elementos de uso diario, ya que al
costarles más el agua encarecerán el producto. Lo mismo que
ha pasado con la subida de las tarifas eléctricas que, por
cierto, han subido lo suyo y no conforme con ello el
ministro de Economía, Solbes, se ha mostrado conforme con la
subida de la tarifa del agua y aseguró que, del mismo modo,
hay que subir la tarifa eléctrica. Ello, a igual que con la
subida del agua, acarreará un incremento en los precios de
las cosas de primera necesidad. ¿Y quiénes van a notar más
esas subidas y encontrarán más dificultades para llegar a
fin de mes? . Los que menos tenemos ¡Ele el arte y las cosas
bien hechas!.
Y digo yo, si es qué se puede decir algo, señora ministra,
¿no sería mejor, en vez de subir el agua, qué tanto va a
perjudicar a los menos pudientes, aprovechar esos miles de
millones de litros que, cada día, van al mar, haciendo por
un suponer algún que otro trasvase o algunos pantanitos de
nada?.¿No serán, esa subidas de las tarifas en el recibo del
agua una cortina de humo para desviar la atención del
personal por las nefastas consecuencias que han traído la
suspensión del Plan Hidrológico Nacional?. Oiga, amigo
guardia, es sólo una pregunta.
En fin que como los pobres, a los que de verdad nos va a
perjudicar esa subida, tenemos que darle vueltas a la cabeza
para ver la forma de pagar sólo lo justo, sin gastar más de
los sesenta litros por persona al día. Servidor ha empezado
a hacer sus cálculos.
Vamos a ver. Si en su casa, un día, ponen una lavadora y el
lava vajilla, teniendo en cuenta que ambas cosas superan los
sesenta litros, uno de ustedes tendrá que su primer la ducha
o ir al water en todo el día.
Para eso del water tengo un remedio, como decía la sabia de
mí abuela: “a cagar al campo” .
Y ni te cuento si, en una casa, son cinco y comen algo que
les produzca cagaleras. hay dos soluciones o todos a cagar
al campo, lo que será una auténtica fiesta o ponerse un
tapón en el culo y aguantar lo que se pueda. Con este último
sistema podríamos hacer una película, que bien se podría
titular “Cagas o revientas”.
Algunos locales, ahora que se hacen fiestas para fin de año,
cerrarán sus servicios y el que quiera utilizarlos, tendrá
que pagar un euro más por poder hacer sus necesidades.
Hoy han puesto en casa la lavadora y el lava vajilla. Estoy
en el campo y empiezo a silvar mirando a un lado y a otro.
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