El tiempo devora las cosas y las huellas de piedra de Ceuta
han alimentado la defensa de sus habitantes a lo largo de
los siglos. La dinastía meriní levantó un campamento
extramuros de la Medina ceutí por la desconfianza que
suscitaban los ciudadanos autóctonos de la misma forma que
los Reyes Católicos crearon un pequeño emplazamiento militar
en Santa Fe ante el asedio a Granada un siglo antes. La
Ciudad Autónoma prepara un Plan de actuación urgente sobre
el complejo amurallado construído en el siglo XIV. Esta
iniciativa forma parte de un proyecto más ambicioso para
regenerar la grandiosidad de un vasto artificio defensivo
que se abandonó a suerte décadas atrás. Se trata del
denominado Plan Especial de Protección y Reforma Interior
que se ampara en el Decreto sobre protección de castillos
españoles, la Ley de Patrimonio Histórico Especial 16/1985 y
la consideración por parte del ministerio mediante Real
Decreto de Bien de Interés Cultural.
La Consejería de Fomento ha recibido el diagnóstico y las
recomendaciones de Yamur, Arquitectura y Arqueología S.L.
respecto a las intervenciones más urgentes que requieren las
Murallas Meriníes en Ceuta. Los técnicos de la Ciudad se
están estudiando actualmente. El informe de Yamur manifiesta
que es necesario una “rápida actuación restauradora”, sobre
todo, por las erosiones puntuales en las tapias -las bases
han perdido consistencia- y por el desplome de las fachadas
de las torres. la construcción de un campo de fútbol en las
cercanías de las Murallas hacia el sur ha centrado más la
atención de las autoridades competentes, que ejecutaron el
muro de contención que corrige la disminución que sufrió la
ladera en esa zona.
Recomendaciones
Las líneas generales del diagnóstico de las Murallas
Meriníes apuntan hacia la consolidación de determinados
materiales para evitar el desarrollo de futuras lesiones que
pudieran ocasionar la ruina del monumento y frenar el
deterioro superficial pero generalizado de las fábricas
hormigonadas y la pérdida de materiales protectores. Por lo
tanto, las ejecuciones recomendadas responden a tareas de
desbroce general de la vegetación en el entorno inmediato
del monumento, la creación de una superficie suficientemente
nivelada y estable al pie de la muralla para apoyar el
andamiaje, el saneamiento de las superficies de la
estructura en su conjunto y de elementos añadidos
innecesariamente o construcciones parásitas, tareas
específicas de restauración de los lienzos, el recubrimiento
de las principales fisuras de las tapias -con especial
atención a la superficie externa de las mismas-, la
consolidación de la estructura existente sin reconstruir los
parapetos de los muros existentes para establecer
superficies niveladas bajo circunstancias plenamente
justificadas, la creación de un camino de ronda con
pavimento pétreo o cerámico, las intervenciones en las bases
de los muros de tapia así como de una actuación muy
específica de consolidación de las fábricas de la Puerta de
Fez.
En cuanto a trabajos anteriores, la Dirección General de
Bellas Artes realizó dos intervenciones de restauración en
el monumento en 1968 y 1980. Los alumnos de la Escuela
Taller restituyeron algunas zonas del complejo amurallado
con la técnica empleada en su construcción, el tapial, en un
periodo comprendido entre 1989 y 1991.
El tránsito de personas por la zona del terrado no se
considera adecuado, así Yamur no recoge en su informe la
creación de ningún acceso específico. El presupuesto de está
actuación está por determinar. La Comisión de Patrimonio
evaluará en los próximos días su realización y entrará en
subasta la ejecución de las obras.
El objetivo de la administración es estabilizar la
estructura, ya que estas medidas urgentes no son las
reformas definitivas que necesita el monumento.
La consejera de Cultura, Mabel Deu, sostiene que en el
Consejo de Patrimonio que se celebrará en Ceuta, la ciudad
recibirá la respuesta presupuestaria que merece para llevar
a cabo el Plan de Protección Especial así como otras
reivindicaciones que se centran en proyectos específicos en
la Catedral.
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