El club Gimnasio Ceuta Goyu Ryu no pudo con los doce
adversarios que tuvo delante. Los once futbolistas de La
Gimnástica Melillense y el arbitro del choque, que fue el
obstaculo principal para que los ceutíes no gansen sin
problemas a los melillenses.
Los de Melilla sumaron su segunda victoria consecutiva en
casa, tras adjudicarse ayer el derbi norteafricano que le
enfrentó al Gimnasio Goyu-Ryu, por el resultado de 2-1.
El encuentro no fue demasiado bueno, en líneas generales,
pero es de destacar que los dos equipos no especularon con
el resultado y buscaron la portería contraria en todo
momento, por lo que se pudo ver un partido muy abierto con
alternancias en el control del juego, fundamentalmente en el
primer tiempo.
Lo que sí es curioso que con las numerosas oportunidades que
tuvieron ambos conjuntos, los dos primeros goles que
subieron al marcador fueran de la manera más absurda.
El 0-1 tras un error del portero local, mientras que el
empate como consecuencia de un despeje hacia su propia
portería del caballa Yunes. Hay que reseñar que al
intermedio se había llegado con tablas en el electrónico del
campo de La Espiguera (1-1).
En la segunda parte, los gimnastas acrecentaron su dominio,
especialmente tras quedarse el Goyu-Ryu con un futbolista
menos, a los 58 minutos.
Dos minutos después Riduan marcó el 2-1, tras resolver una
especie de ‘melé’ que se formó en el área visitante. Tarek
en el 90’ marró una pena máxima que él mismo había
provocado.
Al terminar el partido el entrenador del Goyu- Ryu, Damián
Torres no podía aguantar la indignación ante el arbitraje
que sufrió ayer en Melilla. “Ha sido una verguenza, la peor
experiencia de mi vida deportiva”, afirmó el técnico incapaz
de contener la rabia.
Quien además recalcó algunas de las claves de la injusticia
sufrida. “El gol del Melilla ha sido en un fuera de juego
clarísimo y a nosotros nos han anulado un gol y todavía
nadie sabe porque. Por no hablar de que no nos han dejado
jugar pitandonos fueras de juego contínuos. Los chabales
estñán destrozados por lo que ha pasado, han entrado
llorando en el vestuario por la injusticia que han sufrido
en el terreno de juego”.
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