Una pequeña avanzadilla de trabajadores ya ha emprendido las
primeras tareas de limpieza en el muro del antiguo Baluarte
de los Mallorquines para que la exposición al público gane
relevancia y sobre todo, claridad porque en la actualidad no
se distingue bien el muro de la ápoca califal -de hace mil
años- del añadido portugués, que es posterior.
El grupo de trabajo de la calle Linares se trasladará a este
escenario en las próximas semanas para excavar y ahondar en
estos carismáticos restos, que con un mayor
acondicionamiento servirán de muestra al viajero que se
acerque a la oficina de Turismo para obtener información
sobre lo que puede ver en la ciudad.
También se acotará el derrumbe del muro califal y se
documentará cualquier tipo de resto que pueda aparecer a la
luz de los nuevos trabajos de campo que se realicen en los
próximos días. Esta iniciativa ha surgido del seno de la
Consejería de Cultura de la Ciudad Autónoma, cuyo arqueólogo
municipal, Fernando Villada coordinará el trabajo.
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