Se trata del enésimo episodio relacionado con la famosa
‘intercambiabilidad’ por la que un pasajero podía acceder a
cualquier ferry en cualquier horario tanto en la ida como en
la vuelta. Ahora nada de esto es ya válido. Según ha sabido
El Pueblo de Ceuta, Acciona-Trasmediterránea ha avisado el
pasado 25 de octubre que su presencia en el acuerdo sobre el
interlineado tiene fecha de caducidad. Concretamente el
próximo 26 de noviembre la naviera, que ha logrado ganar el
concurso en la línea de interés público, no compartirá
billete ni con Baleària, ni con Buquebús, aunque sí lo
intercambiará con su ‘filial’ Euroferry ofertando desde
entonces -en principio- un total de once rotaciones a los
usuarios (5 de Acciona y 6 de Euroferry).
En estos momentos, la intercambiabilidad es “papel mojado”,
así se ha referido el capitán marítimo de Ceuta, Jesús
Fernández Lera quien ha advertido que informará
“exhaustivamente” a la Dirección General de la Marina
Mercante de la actual situación que comienza a degenerar.
“Desde que se abrió la puerta de la intercambiabilidad no
hemos tenido ni un solo momento de tranquilidad”, declara el
capitán marítimo.
Buquebús y Baleària
La naviera hispano argentina ya ha solucionado el problema
planteado por la Autoridad Portuaria de Algeciras sobre la
utilización del ‘Patricia Olivia’ al mismo tiempo que el
‘Avemar II’. De hecho, Buquebús ofrece también, desde este
momento, otras once rotaciones por lo que entre
Acciona-Trasmediterránea-Euroferry y Buquebús coparán, desde
el día 26 de noviembre, el 78% de los horarios en la línea
Ceuta-Algeciras-Ceuta, en tanto que la otra naviera, la
recién llegada Baleària contaría, al menos, con las seis
rotaciones que actualmente ofrece a sus usuarios.
“Esto no es bueno para nadie”, consideró Fernández Lera para
quien este juego empresarial lo regulará finalmente “el
propio mercado”.
|
Todo empieza por la denuncia de Acutrans
La Asociación de Consumidores y
Usuarios del Transporte denunció las prácticas que
consideraban como abusivas y que suponían un ‘pool’
encubierto en relación al modelo de intercambiabilidad que
mantenían Trasmediterránea, Euroferry y Buquebús. El
Tribunal de Defensa de la Competencia sancionó con 600.000
euros a las navieras y anuló estas prácticas. La posterior
mediación política y del Gobierno no ha mejorado la
situación aún y los usuarios siguen sometidos al baile de
las diferentes estrategias empresariales en la línea del
Estrecho.
|