El Alicante y Águilas se enfrentarán en la primera de las
dos eliminatorias que uno de ellos deberá superar antes de
celebrar el soñado ascenso a Segunda División. Los celestes
de las capital alicantina consiguieron evitar al temible
Pontevedra de Alberto Argibay en el sorteo celebrado en
Madrid.
El Alicante, después de acabar tercero en su grupo, tendrán
que superar el factor cancha y jugarán el segundo partido en
El Rubial, con capacidad para 4.000 espectadores. El
encuentro de ida se disputará en el estadio José Rico Pérez
este sábado. El ganador de esta eliminatoria tendrá que
verse las caras con el vencedor de la otra eliminatoria
correspondiente al grupo D, que es donde ha quedado
encuadrado el equipo de Felipe Miñambres:
Ponferradina-Universidad de Las Palmas.
En este sentido, y siempre a priori, ambos conjuntos han
tenido fortuna evitando a equipos muy potentes como el
Salamanca y el Cartagena.
Felipe Miñambres, entrenador del Alicante, destacó el
‘cómodo’ desplazamiento como lo mejor del emparejamiento de
su equipo con el Águilas. El técnico leonés apuntó que el
conjunto murciano va a ser un rival ‘fuerte’, aunque apuntó
que todos los posibles enfrentamientos hubieran sido
difíciles.
Una de las dificultades en Águilas serán las dimensiones del
terreno de juego. Comentó que él del Águilas es un campo
pequeño, de dimensiones parecidas al de Villafranqueza,
campo donde el Alicante disputaba sus encuentros antes del
ascenso a Segunda División ‘B’.
Por su parte, Antonio Solana, presidente del club alicantino
destacó que, personalmente, estaba contento por el primer
desplazamiento tan cercano ya que los aficionados de la
capital de la Costa del Blanca podrían desplazarse sin
mayores dificultades, y para solventar las que hubieran el
club dispondrá de autobuses para que vayan a animar al
equipo.
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