Malos momentos van a atravesar los
“trincones” de turno, ante la bajada experimentada por toda
esa fauna de polítiquillos del tres al cuarto valedores de
todos estos caras pertenecientes al “trinconeo”. Por
supuesto, no crean que se me ha olvidado, recibiendo por
esas ayudas a todos estos trincones, las correspondientes
comisiones. Que, aquí, nada se da de forma gratuita.
Naturalmente que los valedores de los “trincones”, tenían su
parte de recompensa por tan encomiable labor de fortalecer
la economía de todos ellos, a la vez que aumentaba de forma
considerable la suya.
La única finalidad, de la banda de los “trincones” y de sus
valedores, es la de chupar el máximo de leche de la teta de
la vaca, sin importarles nada de de nada si ese dinero, que
se “ganan·”, debería ser destinado a otros menesteres de más
necesidad. Eso, a ellos, les importa un bledo ya que,
siempre, antes estas circunstancias anteponen, que la
caridad bien entendida empieza por uno mismo.
Uno, por muchas vueltas que le da a la cabeza, si es qué a
la cabeza se le puede dar vueltas, no entiende cómo en todas
las ciudades o pueblos, existen todas esas faunas de
trincones, cuya única finalidad es la de tratar de conseguir
tener más dinero cada día, mientras no cesan de decir, a
todos los que les quieran escuchar, entre los que no se
encuentra servidor, “quiero a esta tierra más que a nadie”.
Dicen que el movimiento se demuestra andando, no sé cómo se
demostrará el cariño o el amor a una tierra, puestos que son
sentimientos y los sentimientos son difíciles de explicar.
Pero insisto, de alguna forma o manera, esos sentimientos de
cariño y amor se podrán demostrar. Puede que la mejor forma
de demostrarlos sea el trabajo a favor de una mejor calidad
de vida a todos los habitantes de esas ciudades o de esos
pueblos.
Y es ahí, al comprobar la actuación de todos estos trincones,
donde me choca la cosa. Puesto que, los trincones, sólo
tiene un único amor en su vida, el dinero. Sin saber, todos
estos esclavos del dinero, que el día que estiren la pata,
cosa que nos pasará a todos, no se podrán llevar el dinero
al lugar donde van.
De todas formas, los trincones como buenos tontos útiles que
son, sueñan con amasar la mayor fortuna posible pero.. Todo,
en esta vida, tiene un pero, llegan los advenedizos que se
pegan a sus costillajes, bien sean mujeres, bien sean hombre
y, para desgracia suyas, no tienen nada mejor que hacer, que
derrochar a manos llena, lo que con tantos sacrificios y
engaños, los trincones han ido ahorrando. La vida, aunque
toda esa fauna no se lo crea, es así.
Son tan patanes y tan ignorantes que a pesar de ser unos
esclavos del dinero, ven como éste va desapareciendo,
gastados por todas aquellas o aquellos que, usando sus
mismas armas el engaño y la traición, se los han llevado al
huerto. Oiga, amigo guardia, que una caricia a tiempo y un
decir te quiero, bastan para llevarse al huerto a más de uno
de estos ignorantes analfabetos.
La cosa, a los trincones de siempre porque aquí, en esta
tierra, son siempre los mismos trincones, con algunos nuevos
añadidos, que son los que les valen para seguir trincando,
se las va poner una jartá difícil por culpa, culpita, de que
esos valedores de los trincones, no van a poder seguir
teniendo las fuerzas de su poder para permitirle, mientras
reciben la correspondiente comisión, seguir chupando de la
teta de la vaca.
De nada les va a valer a los trincones, cuando se queden sin
el aval de los que les ayudan a trincar, mediante las
correspondientes comisiones, usar su arma preferida, el
chantaje y la mentira, para poder seguir con la teta de la
vaca puesta en la boca.
A pesar de todo, hay que reconocerles, que dentro de ser
unos analfabetos integrales, son algo “listillos”, y cuando
se dan cuenta de que sus valedores pueden desaparecer,
porque se les han caído las caretas de la falsedad y la
hipocresía con la que tenían engañados al personal, buscan a
alguien a quien poner cerca del recinto donde se encuentra
la vaca, para poder tener la oportunidad de seguir chupando
de la teta.
Seguro que algún trincón, especialista en la mentira y el
chantaje, ha encontrado a algún “vaquero” amiguete suyo al
que ha mandado que haga todos los esfuerzos posibles, para
estar junto a la vaca. Ya que, de esa forma, él tendrá
asegurado el poder seguir trincando.
A nosotros que no tenemos gran cosa que hacer nos ha dado
ahora, en estos momentos actuales, por vigilar la existencia
de algún ”vaquero” infiltrado en la vaquería para permitirle
al “amiguete” trincón, seguir chupando de la teta de la
vaca.
No me hagan mucho caso, pero me parecer que casi tengo
localizado al posible “vaquero” infiltrado en la vaquería.
Cómose le ocurra, lo que me estoy pensando, ustedes también,
después de lo que he contado,de prestarle esa ayuda al
trincón de turno, voy a tener que sacar algún que otro papel
de esos que guardo.
Manda castaña la cosa.
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