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Hacerse cargo de la Delegación de
Gobierno en la Ciudad Autónoma no es fácil, porque estamos
en tiempo de cambios para Ceuta y Melilla”. Lo dijo ayer
Jordi Sevilla disparando expectativas y despertando un
sinfin de preguntas que habrá de responder José Jenaro
García-Arreciado, el nuevo delegado del Gobierno. El nuevo
inquilino de la Plaza de los Reyes llegó en un día en el que
tuvo que competir con un raudal de, sino cambios, si al
menos novedades: la esperada confirmación de Vivas como
candidato popular a revalidar su condición de Presidebte de
Ceuta, la intercambiabilidad de billetes entre las navieras
que operan en el Estrecho de Gibraltar, la aprobación de un
convenio para la construcción de más de setecientas
viviendas de protección oficial y otras tantas en régimen de
alquiler, y, además, en vísperas de la renovación del pleno
de la Cámara de Comercio de la Ciudad Autónoma. Un día
completo que habla del dinamismo de una ciudad que avanza y
renueva sus mecanismos democráticos y avanza en el bienestar
de los y las ceutíes, objetivo principal para el Gobierno,
según afirma Juan Vivas.
Buenas noticias todas cuando resta menos de un año (362 días
para la cita con las urnas autonómicas), un contexto de
campaña electoral que comenzará, poco a poco, a subir las
revoluciones y en el que el nuevo delegado del Gobierno, el
citado José Jenaro garcía-Arreciado, que ayer tomó posesión
de su cargo, deberá servir de enlace entre el Gobierno de la
Nación y la Ciudad, encontrando el punto de encuentro entre
los intereses de ambas instituciones. Una meta para la que
sienta como un guante el carácter de garcía-Arreciado, quien
declaraba a este diario que en política “encontramos en la
corrección de las formas, las solucion a los problemas de
fondo, porque a veces en democracia las formas son también
el fondo”... buen consejo para este año electoral que nos
queda por delante.
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OPINIÓN / EDITORIAL
