La predicción de plaga de medusas para la temporada estival
no es muy alentadora. El trabajo de prevención que ha puesto
en marcha el Gobierno local se ha materializado en un barco
que emplea redes para retirar los animales de las zonas
costeras más próximas a la Rivera y el Chorrillo. Aún así,
los esfuerzos están supeditados al acusado cambio climático,
la sobrepesca y la contaminación del Mediterráneo que, al
derivar en el Estrecho, resultan factores decisivos para la
precoz aparición de medusas en las playas de la Ciudad
Autónoma, según indica a la agencia Efe el investigador
Francesc Pagés, del departamento de Biología Marina y
Oceanografía del Instituto del Mar de Barcelona (CSIC).
Estos animales de cuerpo gelatinoso y forma acampanada han
alcanzado en el último mes de mayo las zonas costeras de
algunos puntos del Mediterráneo, como Barcelona, Murcia,
Melilla y Ceuta. En este último caso, el foso de San Felipe
es el punto de entrada y desde ahí se distribuyen de manera
“más acusada” por la bahía sur (playa de la Rivera y el
Chorrillo) y la zona norte, expone el biólogo de Obimace,
Javier Martínez.
La llegada de plagas de medusas a las costas se produce
habitualmente en primavera, cuando tiene lugar la fase de
reproducción de estos organismos. Sin embargo, el viaje a
aguas costeras se ha adelantado en los últimos años,
“probablemente” debido a factores como el aumento de la
temperatura del agua, un hecho que estos animales
interpretan como la señal de que es el momento de
reproducirse. De este modo, las medusas se multiplican “de
forma exponencial” y se hacen visibles en las costas antes
de tiempo, explica Pagés.
Otras causas
Otro de los factores del adelanto podría ser la reducción de
los caudales de las aguas continentales que llegan al mar,
ya que, cuando este volumen es escaso, las medusas “no
hallan la barrera del agua dulce”, señala el investigador
del CSIC.
Un reducido aporte de agua dulce hace que el agua resultante
de la mezcla con agua salada en las superficies costeras
posea una concentración “importante” de sal, de forma que
las medusas que llegan de las profundidades altamente
salinas, “se sientan como en casa”, resume Pagés.
La sobrepesca es, según el biólogo, otro de los motivos que
explica la aparición temprana de los “enjambres de medusas”
que llegan a la costa arrastrados por vientos y corrientes
marinas. Esta práctica, ha provocado que descienda el
volumen de depredadores de medusas, como los atunes y las
tortugas marinas, lo que a su vez ha contribuido a aumentar
el número de estos “temidos” organismos. “Es un fenómeno
natural y los factores de proliferación no pueden
determinarse con seguridad; luchar contra el centro de
origen es prácticamente imposible”, concluye Martínez.
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