22. LUNES
Se dice una misa por Elena Sánchez en la
iglesia catedral. Con el templo abarrotado se le dijo adiós
a una mujer que supo ganarse la amistad de muchas personas
que la vieron siempre como una señora de trato exquisito y
buen talante. Amén de que fuera una excelente funcionaria
metida en tareas políticas. A los familiares, venidos de
tierras aragonesas, de donde era Elena, les habrá quedado el
consuelo de saber que ella había sido capaz de ganarse la
estima y el respeto de innumerables ceutíes. Todos sabemos
que la muerte de cualquier persona nos disminuye. Al menos a
mí me suele ocurrir. Ahora bien, no todas las muertes se
sienten de igual manera. La de Elena, aunque no hubiera
nacido en esta tierra, yo tampoco lo hice, me ha producido
un enorme pesar y así lo escribí en cuanto me enteré de lo
suyo. Meterse en cábalas sobre si los fallecidos que vieron
la luz en esta tierra son más olvidados que los foráneos
malogrados, me parece que es algo tan simple como querer
manejar los sentimientos de las personas por motivos
localistas.
23. MARTES
Hacía mucho tiempo que yo no hablaba con Gregorio
García Castañeda. Aunque, lógicamente, había
seguido sus pasos al servicio del Gobierno presidido por
Juan Vivas. Fue vernos, el martes por la mañana,
y recordarme él que su cargo en la consejería de Fomento
había merecido no sólo la aprobación de la malograda
consejera, sino que ésta había hecho hincapié para que así
fuera. Yo sé lo que sé..., le respondí a quien fue durante
muchos años un hombre destacado en Ceuta Unida. Destacado
por su reconocido trajinar y, desde luego, por ser persona
de confianza del baranda mayor del partido. Por esa razón,
le advertí que en el PP los hay que miran con lupa todos sus
movimientos. Porque están convencidos de que es él la
persona quien tiene a su ex jefe enterado de cuanto acontece
en el seno del Gobierno. También le recordé que había un
trecho de acera en una barriada que ha producido ya muchos
accidentes por deslizamientos y caídas. Me dijo que ese
problema sería solucionado inmediatamente. Así ha sido.
Ahora lo que debe hacer es evitar que se le siga tachando de
correveidile. Pues no lo necesita.
24. MIÉRCOLES
Emilio Carreira lleva ya mucho tiempo metido en el
burladero que impide que le coja cualquier toro suelto que
ande por la calle. No concede entrevistas porque sí; desea
que se hable de él lo preciso; apenas si levanta la voz,
salvo cuando le toca intervenir en los plenos, etc. Tal vez
sea porque es consciente de que cualquier palabra
malinterpretada pueda ser el motivo que andan esperando los
que desean retirarlo de la actividad política. No obstante,
y sin previo aviso, he leído la andanada de improperios que
le ha dedicado la directora de El Faro en el día de hoy. Que
brusquedad escribiendo la de Carmen Echarri. Qué manera tan
apasionada de querer ofender sin ton ni son a alguien porque
no ha querido estar en una misa por una compañera fallecida.
Sobre todo si esa compañera se llama Elena Sánchez
y Carmen lo que debiera hacer es estarse calladita y
pensando, cada dos por tres, si ella es culpable en parte
del abatimiento que en los últimos tiempos se fue apoderando
de la señora aragonesa. Serénate, muchacha, y procura no
poner a nadie como chupa de dómine porque sea la orden
recibida. A ver si llega el día en el cual entiendas que las
palabras han de salir refrigeradas.
25. JUEVES
Juan Vivas va a ser elegido candidato a la
presidencia por el Comité Electoral Nacional. Lo cual no
deja de ser un mero trámite. Vivas lleva militando muy poco
tiempo en el PP, pero ha conseguido ganarse el respeto de
quienes sientan sus reales en la calle Génova. Y no es que
esté viviendo aún de las rentas de aquel día en el cual
reventó las urnas electorales, sino que ha ido madurando sin
pegar petardos que hubieran invitado a sospechar que era,
como político, flor de un día. Dado ese primer paso y
habiéndose consagrado como una pieza muy valiosa del
partido, ahora parece ser que le corresponde nominar a las
personas que le acompañarán en la siguiente aventura
electoral. Lo cual no es fácil. Lo entendemos. Si bien es
necesario que el presidente se haga con las riendas de las
listas y vaya poniendo en ellas los 15 primeros nombres que
considere él han de estar a su vera gobernando cuando se
produzca el tan esperado triunfo de una nueva mayoría.
26. VIERNES
Comienza la Feria del Libro. El lugar elegido para que los
libreros instalen sus casetas ha sido la plaza de África.
Sitio recoleto donde los haya y donde yo me he sentado
muchas noches a disfrutar del silencio que sólo rompía la
flora. Lo primero que hice fue buscar la última novela de
Mario Vargas Llosa: “Travesuras de la niña mala”. Pero
me dijeron que aún no ha llegado a Ceuta. De la lectura han
citado los más grandes escritores. Montesquieu decía
que no había problemas que después de una hora de lectura no
hubieran desaparecido. No es mi caso: a mí me gusta leer en
los momentos donde mis interiores están libres de tumultos.
Eso sí: mi voracidad como lector me permite no hacerle ascos
a nada. Lo digiero todo con la mayor naturalidad. No soy, en
este aspecto, segregacionista. Aunque reconozco que los
clásicos me siguen chiflando. Por más que haya un amigo que
siempre me lleva la contraria: “A los clásicos hay que
leerlos a edad temprana y luego olvidarse de ellos”. Mi
respuesta no se hace esperar: A los clásicos hay que leerlos
siempre. Por una razón muy sencilla: se les llama clásicos
porque lo que han escrito no puede ser mejorado.
27. SÁBADO
Nicolás Fernández Cucurull está que trina con quienes
dicen que la manzana de la discordia, es decir, la del
Revellín, ha sido un delito urbanístico firmado por él en su
día, siendo consejero de Urbanismo. Cuando en el 2001 se le
dio matarile al Gobierno del GIL por medio de un voto de
censura. Y amenaza con denunciar por calumnias a quienes se
atrevan a seguir manteniendo, públicamente, esa acusación. A
mí me parece bien que el senador haga lo que anuncia y mejor
aún que nos diga que en este lío urbanístico que hay montado
no hubo contraprestaciones para que algunos personajes del
GIL votaran contra Antonio Sampietro y éste
tuviera que irse de Ceuta con el rabo entre las piernas y
viendo, con enorme rabia y dolor, de qué manera se quedaban
situadas y ganadoras, personas como Jesús Simarro y
Aida Piedra, entre otras. Pero lo que no me podrá negar
el senador, ni mucho menos querellarse contra mí, es si le
digo, una vez más, que el voto de censura propició que
muchos de los que pasearon a hombros al dueño de Imperioso,
por los bajos de la Marina, estén ocupando cargos destacados
y llevándoselo calentito con el mínimo esfuerzo. Lo cual ha
sido siempre no sólo una contradicción, sino que debería ser
motivo de bochorno para quienes al menor comentario que
consideran improcedente, no dudan en amenazar con los
hombres de las puñetas en la bocamanga.
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