María López García. 25 años. Soltera. Licenciada en Ciencias
de la Información. Master en Periodismo digital. Dominio de
inglés, francés y alemán. Cuatro años de experiencia en
prensa escrita. Completa disponibilidad para viajar. María
López García. 33 años. Redactora jefe de una revista
americana especializada en Economía con sede en Madrid.
Casada. 2 hijos. Residencia en Toledo. Movilidad por la
provincia. María López García. 38 años. 3 hijos. Casada.
Residencia en Toledo. En paro.
Un ejemplo casual, fortuito, inventado, pero verosímil. Las
agujas del reloj femenino han girado siempre ligeramente más
lentas. La posibilidad de pisar el acelerador del segundero
existía, pero tenían que coincidir unos cuantos factores
más. Capacidad, estudios universitarios, familia, aptitudes,
pareja, educación de los hijos, calidad de vida, salario
digno, vacaciones, gastos imprevistos, tres comidas al día
(para tres bocas más), facturas.Y todo a tiempo. Siempre ha
faltado tiempo para algo. Un panorama dificultoso se ha
dibujado desde tiempos inmemoriales ante las mujeres para
poder conciliar su vida laboral y familiar. Y más en los
últimos cuarenta años. Funciona o no. Funciona o se rompe.
¿Y si no se puede? “Te vienes abajo, el sentido de la
responsabilidad es inherente a las mujeres, somos muy
sacrificadas”. María del Carmen Gordo (gallega, 58 años) es
la presidenta de la asociación ‘Mujeres Empresarias’ en
Ceuta. Cuenta con un negocio propio en la hostelería local.
Más de veinte años al frente. Cuatro hijos. Todos
licenciados. Estudios en la península. “Esfuerzo y lucha
para mantener, con una cierta calidad de vida, una familia y
una empresa”.
Ante la próxima aprobación del Anteproyecto de Ley de
Igualdad del Gobierno central se muestra prudente. “Era una
necesidad que surgiese una normativa similar; la mujer no
puede competir sin preparación, pero la formación exige
años. Ahora que la competición laboral con los hombres va a
ser al mismo nivel, tenemos la obligación de estar
preparadas. Ese es nuestro papel”. En el ámbito de la
pareja, considera “imprescindible” la colaboración del
compañero para que las cosas sean lo más llevaderas posible.
“Un negocio supone 24 horas al día, sufres estrés, problemas
psicológicos por la culpabilidad de no hacerlo bien; de no
poder sobrellevar todo. Por la impotencia te vienes abajo”.
Es autónoma, una situación aún más particular. Responsable
de una familia y de los empleados. La situación del pequeño
empresario “no ha mejorado”. Llega la jubilación y te
retiras con 1.080 euros después de haber trabajado al
máximo”. Y cita el caso de las viudas de trabajadores.
“Cobran menos del 50 por ciento de pensión. Es una situación
insostenible, necesitan amparo”.
Políticas sociales
El Partido Socialista se ha volcado con las políticas
sociales desde 2004. Ley contra la Violencia de Género,
aprobación del matrimonio homosexual y ahora la Ley de
Igualdad entre Hombres y Mujeres. Igualdad relativa porque
las acciones positivas como la paridad como marca de
excelencia en las empresas de más de 250 trabajadores
suponen una discriminación a favor del sector femenino.
Aunque el grueso de la normativa es aplaudida por Mari
Carmen Gordo, se detiene ante la paridad y la observa con
lupa. “Es prioritario un apoyo, pero no apruebo que las
empresas se compongan al cincuenta por ciento; es cuestión
de capacidad personal, no de género”. Y no es la única que
piensa así. La Confederación de Empresarios nacional ha
apoyado la futura normativa, pero la obligación de contratar
el mismo número de mujeres que de hombres es un tema que
preocupa. “La paridad no debe ser obligada, no es algo que
se deba imponer”, opina el presidente de la CECE en Ceuta,
Rafael Montero Ávalos. A su juicio, un trabajo se consigue
“por validez”. Reconoce que la sociedad ha “tardado mucho
tiempo” en aceptar una igualdad de condiciones entre hombres
y mujeres. “Ellas se han quedado siempre en casa por un
concepto mal entendido, pero todo debería ser más natural”,
apunta.
La Confederación de Empresarios de la Ciudad Autónoma está
“completamente” de acuerdo con la ley, pero el enfoque
“debería pasar” por la concienciación del empresariado.
Actualmente, la mujer está “más integrada” y, por esa razón,
un trabajo “debe ser cuestión del diferencial de
rendimiento. Si está preparada, adelante; se merecen las
mismas oportunidades”, señala.
Con cierta calma
Tiempo al tiempo. Tiempo al tiempo que falta. Aún así, “todo
va muy lento, caminamos a paso de tortuga, nos estamos
durmiendo”, lamenta Gordo. En su opinión, los hombres, “en
el 80 por ciento de los casos”, no están educados para
trabajar al lado de una mujer. ¿Dura sentencia? “Al final es
aburrido, no te dejan avanzar, tenemos que ganarnos su
respeto”. Si la realidad igualitaria se hace efectiva, será
un cambio “a mejor”. A nivel laboral asume que la juventud
en general lo tiene complicado. Ambos sexos. Y añade un dato
preocupante: “La situación de hoy en día, para los jóvenes
que ganan 600 euros, es peor que las siete pesetas que
ganábamos en 1940; ahora ya no tienen ni dinero ni casa”.
A nivel local, considera complicado un futuro real para el
sector de los jóvenes. Aunque se están produciendo
constantemente cambios a mejor… la cosa va “ bastante
lenta”. Las agujas del reloj siguen girando con su
parsimonia habitual. Gordo ha priorizado la educación de sus
hijos por encima de todo. “Ha sido mi meta, la formación es
poder”. El anteproyecto ya está aquí como primera medida
equitativa. Mientras tanto, los augurios de la presidenta de
‘Mujeres Empresarias’ van por otros derroteros. “La
generación de mis bisnietos será la primera que empiece a
tener en cuenta la realidad. Al paso que vamos, hasta dentro
de treinta años no estará interiorizado”.
María García López. 43 años. Tres hijos. Residente en
Madrid. Redactora en un periódico a tiempo parcial.
Divorciada. Completa disponibilidad para moverse por la
geografía nacional en busca de un trabajo.
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