El fracaso en las Matemáticas se debe a que en Infantil la
enseñanza lógico-matemática se realiza “sin adecuar los
contenidos al proceso cognitivo del alumno”, lo que le aboca
al suspenso. Así piensa J. Manuel Serrano, profesor de
Psicología de la Instrucción de la Universidad de Murcia.
El citado profesor que, recientemente ha participado en el
Congreso Internacional sobre “Lógico-Matemática” en
Educación Infantil, ha resaltado que muchos estudiantes
suspenden en la materia, pero son capaces de aprobar al
mismo tiempo todas las demás asignaturas. En su opinión,
esto se explica en que el problema empieza en Infantil,
cuando ya se enseñan las Matemáticas con un lenguaje
inadecuado.
En Secundaria, “los profesores dicen que la culpa es de la
Educación Primaria; y cuando llegan al Bachillerato, dicen
que los alumnos traen mala base de Secundaria”. Es un
círculo vicioso, ya que es la Universidad quien prepara al
profesorado y éste forma mal al alumno porque no le enseña a
organizar el conocimiento de manera coherente y secuencial,
añadió el Sr. Serrano.
La “lógico-matemáticas”, -siempre en opinión del citado
profesor, debe enseñarse siempre conociendo la forma en la
que el alumno puede darle un significado coherente, que debe
ir enriqueciéndose con el paso del tiempo. Para este
experto, el problema fundamental de las Matemáticas y de la
enseñanza en general es que el estudiante “se aburre” lo que
origina “lagunas” de conocimiento que impiden el avance,
sentenció el Sr. Serrano durante la inauguración de un
Congreso en el que participaron 400 expertos de varios
países europeos y de Estados Unidos.
En la reunión, organizada por la Asociación Mundial de
Educadores Infantiles, se debatieron los métodos pedagógicos
que se aplican en todo el mundo en la enseñanza de las
Matemáticas y de una manera se incluyen en los currículos de
las edades más tempranas la “lógico-matemáticas” como un
área.
No voy a poner en duda la opinión del Sr. Serrano, al
afirmar que “el problema empieza en Infantil, cuando ya se
enseñan las Matemáticas con un lenguaje inadecuado”. En los
Niveles básicos de Referencia de Matemáticas en Educación
Infantil, se recoge que tradicionalmente ha sido aceptado
que, la enseñanza de las Matemáticas, en las primeras edades
se refería al número y a la cantidad, las cuatro reglas de
la Aritmética y sus aplicaciones prácticas. En la
actualidad, la naturaleza de las Matemáticas aparece
diferente, puesto que es un área de expresión. Lo que se ha
de enseñar al niño es una forma de expresar al niño
matemáticamente las realidades circundantes. La matemática
se presentan como un nuevo lenguaje, que lleva tras de sí un
nuevo modo de prensar.
No son los contenidos matemáticos lo más importante en los
primeros años de Educación Infantil, ni tampoco ha de
hacerse demasiado hincapié en un excesivo y novedoso
vocabulario; lo importante es hacer que en las mentes se
inicia el proceso de pensamiento que desembocará en la
creación de las ideas y en expresión simbólica o verbal de
estas ideas.
Siguiendo fundamentalmente los estudios de Piaget y su
escuela, podemos fija en Educación Infantil, la etapa de la
inteligencia verbal con los estadios correspondientes al
pensamiento preconceptual y el propiamente intuitivo.
Durante esta etapa, por tanto, el niño no posee inteligencia
lógica. Por ello, la matemática no debe tener entidad propia
como ciencia.
Si las Matemáticas solamente trabajasen con abstracciones
representadas por símbolos, entonces sería no sólo difícil,
sino imposible, justificar su inclusión en el programa de
Educación Infantil. Pero no es así, y por eso el proceso de
pensamiento se pude recorrer mediante la consecución de
objetivos, partiendo de experiencias concretas, experiencias
con materiales separados y continuos; experiencias de
exploración del espacio y primeros pasos en Geometría y
experiencias prenuméricas sobre objetos para formar
conjuntos y hacer relaciones que sirvan de introducción al
número natural.
Para todas estas experiencias, el material más adecuado será
aquel que partiendo siempre del juego, posibilite al niño
pasar de la manipulación concreta a la abstracción.
De la toma de contracto del niño con la experiencia se
pretende un conocimiento de las cosas, de sus formas, de sus
cualidades y un descubrimiento de lo esencial, tanto cuanto
sea posible, y éste “método de descubrimiento” a partir de
la experiencia se puede hacer teniendo en cuenta los
principios básicos del aprendizaje de las Matemáticas, según
Dienes.
Los principios son: dinámico, de constructividad, de
variabilidad perceptiva y la variabilidad matemática, para
lo cual el descubrimiento de lo esencial, el profesor G.
Mialaret propone lo siguiente: ejercicios de iniciación,
ejercicios de aplicación de lo introducido, ejercicios de
fijación de lo introducido o de entrenamiento y ejercicios
de control que pueden ser colectivos.
El maestro, mediante la observación directa y continua,
podrá comprobar, a través de las actividades propuestas para
cada objetivo, u otras similares, si el alumno ha conseguido
una buena manipulación: si sabe comparar, relacionar y
establecer series de orden ascendente y descendente; si se
desenvuelve por el espacio con soltura, si sabe asociar los
conjuntos con el número que expresa su cardinal, si sabe
reconocer los signos aritméticos correspondientes a este
nivel, si consigue iniciarse en la representación de sus
conocimientos intuitivos mediante dibujos o cifras si sabe
explicar lo que hace, si sabe transportar las intuiciones
adquiridas a otra situaciones similares.
Al tratar de constatar si se han cumplido los objetivos
propuestos a través de las actividades, es fundamental que
el profesor se dé cuenta de que el niño en este nivel se
maneja con intuiciones, que no le es posible realizar
procesos de abstracción que den lugar a definiciones o
expresiones más o menos formalizadas (fórmulas matemáticas,
aunque sean simples…..)
Después de todo lo expuesto, convencido qué es lo qué
realmente procede, sigo pensando en las manifestaciones del
Sr. Serrano, que todo el fracaso en Matemáticas sea
consecuencia de la “mala utilización del vocabulario”. Estoy
totalmente identificado con los estudios realizados con
Piaget, consagrado principalmente al estudio de evolución
mental del niño, al afirmar que la existencia de un tipo de
inteligencia especial en la infancia, que tiene formas
propias y estadios que caracterizan, determinadas edades, el
paso a una forma más evaluadas de razonamiento.
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