Dicen que la política es la “actividad dirigida a orientar y
regir los servicios públicos”, pero no dicen nada de quienes
deben ser los elegidos para ejercer de políticos. Ese dilema
se lo encomiendan al electorado, o sea, al fiel sufridor,
pagano de impuestos, cuotas y tasas y quien, en muchos
casos, harto de desfachateces, tinglados y componendas, opta
por no acudir al correspondiente colegio y dejar a su libre
albedrío a quienes asumen la obligación que, como
ciudadanos, tienen de participar en los procesos tanto si
son electorales como si de una consulta popular se tratara.
Y es que entre las opciones que existen de participación en
un proceso electoral tales como votando a una lista con el
SI o el NO en caso de referéndum, en BLANCO o ABSTENCIÓN,
cada uno es muy dueño de optar al modo de participar. Es por
ello que vamos a tratar de discernir el motivo que induce a
los electores a elegir una de las opciones referidas:
1.- Votante del SI o depositador del voto a favor una de las
opciones que presenten listas de candidatos al proceso de
que se trate:
Puede ser aquel elector responsable de sus obligaciones como
tal, cumplidor de los deberes ciudadanos y que, con su voto,
espera que la opción política o el objeto de la consulta
popular que se proponga, va a redundar en beneficio de su
pueblo, autonomía o nación. Puede tratarse, también, de
persona interesada, pues está incluido en una lista para
“servir a su pueblo” (ojo que no hemos dicho servirse, pero
va puesto entre comillas)y si se trata de proceso electoral,
dispone de algún familiar o allegado que participa como
candidato y del que espera algún favor (como la colocación
de su esposa o hijos) o está pendiente de alguna resolución
que le facilite su actividad comercial o empresarial. Estos
suelen hacer ostentación de su voto para que todo el mundo
vea que es lo que votan, siempre, claro está, subidos al
carro ganador según las encuestas.
2.- Votante del NO en caso de referéndum:
Se trata de aquel ciudadano que conoce las consecuencias de
la consulta y fiel a su deber acude a votar. Hay otros que
siguen la línea de su partido a nivel nacional, pues es
sabido que se suele convocar cuando se someten al voto
popular leyes o actos administrativos cuya ratificación por
el pueblo se propone. Estos procesos son de interés
minoritario, ya que no alcanzan un alto grado de
participación.
3.- Votante en BLANCO:
Lo lleva a efecto aquel ciudadano que quiere cumplir con su
deber de participar y, de hecho, lo hace pero que no siente
inclinación por ninguna opción política, ni tiene interés
por ninguno de los candidatos, pues todos le parecen
iguales. Es una especie que, cada día, va decreciendo ya que
llegan a convertirse en votantes que se van a la
4.- ABSTENCIÓN:
Aquel censado “pasota” o el que no se fía (por los
desengaños y experiencias vividos) de quienes vayan a
ejercer la política y, menos, de quienes pudieran regir los
servicios públicos. Está hastiado de tanto interés y
corrupción y piensa que a quienes van en las listas o
participan activamente en las campañas políticas, solo les
guía el interés propio, las prebendas y los buenos sueldos.
Prefiere quedarse en el casino o, si hace buen tiempo, pasar
un día de campo o playa con su familia que, según él, le
resulta más productivo.
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