Estoy haciendo zapin que es eso
que hacemos todos los españoles cuando tratamos de
encontrar, algo en la tele, que merezca la pena perder unos
minutos, y me encuentro con un debate sobre Andalucía. Aquí,
en éste país aún llamado España, nos ha dado por los debates
de los estatutos de las distintas Comunidades Autónomas y no
vamos a parar hasta que, como decía la sabia de mí
abuela,sepa a ajos.
Y mira, amigo guardia, que no hay forma de dejar contento a
nadie. Pues, nada, vengan debates y más debates y a darle
algo al personal de lo que, el personal, pasa olímpicamente
porque lo único que quiere es tener un trabajo y una
vivienda digna. El resto, eso de cambiar los Estatutos y
tal, les trae sin cuidado. Pues no se enteran.
Me pongo cómodo y me presto a cargarme el debate para ver si
es posible enterarme, de una vez por todas, qué es eso de la
realidad nacional.
Me emociono, cuando escucho solicitar a Rajoy, que el
presidente Zapatero, suba a la tribuna y explique, para que
nos enteremos todos, qué es eso de la realidad nacional que
se le va a conceder a Andalucía.
Mi emoción no puede más, el libido de las emociones rebasa
todos límites establecidos. Me cojo el tarro de derramar
lágrimas de emociones fuertes y me presto a derramar par de
ellas. ¡Por fin voy a enterarme qué es eso de la realidad
nacional de Andalucía!.
Mi gozo es un pozo, el presidente no me explica qué es eso
de la realidad nacional de Andalucía. Y si lo ha explicado
le ruego, encarecidamente, que me perdone porque sigo sin
enterarme de nada.
Me imagino que deberá ser que uno es una jartá de bruto, que
sigue creyendo que Al - Andalus existió, Cataluña es sólo un
condado y por tanto no es nación y que las Provincias
Vascongadas no han sido jamás un país por más que Otegui y
compañeros se empeñen en ello. Cuando en lo que se deberían
empeñar Otegui y compañeros es en otra cosa.
Lo que si tuve claro es que IU no es lo que era. Ahora es
sólo un apéndice del PSOE, habiendo perdido aquella
personalidad e independencia que le dio el Califa de
Córdoba, Julio Anguita. Al que a pesar de no estar en su
onda, nunca negamos su capacidad de político de altura .
Porque, Julio Anguita, le dio talla de partido importante
dentro del marco de la política española. Con una idea muy
clara de lo que era y significaba IU en el contexto de la
política nacional. De ahí su programa, programa, programa.
Llmazares al que, en varias ocasiones, le han pedido que
deje su puesto a otra persona, le guste o le deje de gustar,
que eso es lo de menos, ha llevado al partido a una cuesta
abajo, sin vislumbrarse que bajo su mandato pueda
recuperarse de esa caída en picado.
Y mucho menos desde que se ha convertido en el escudero de
Zapatero apoyando, contra viento y marea, todas las
decisiones que tome el presidente del Gobierno.
Por cierto y hablando del presidente del Gobierno, Zapatero,
al que Rajoy no logró se dignara responderle con detalle
todas las criticas que le estába realizando sobre el
estatuto de Andalucía.
Zapatero en ese debate de Andalucía no estuvo a la altura
que se esperaba limitándose, en todo momento, a invitar al
Partido Popular, a sumarse al acuerdo para recuperar el
consenso constitucional.
Un consenso roto por parte de los dos grandes partidos de la
política española que, cada día, se encuentran más lejos de
iniciar un diálogo que les lleve, de nuevo, a entrar en ese
consenso que tanto le ofrecía Zapatero a Rajoy .
Mientras Rajoy estuvo brillante, en cada una de sus
intervenciones, Zapatero pareció desganado y tomándose el
debate sobre el Estatuto de Andalucía, como algo de puro
tramite sin mayor importancia, puesto que cuenta con apoyos
más que suficientes para que salga adelante.
El presidente de los populares esgrime que el Estatuto de
Andalucía es una copia de artículos enteros del Estatut
catalán. Para refrendar esta opinión de Rajoy, Juan
Puigcercós, el portavoz de ERC, aseguró que el proyecto
andaluz “es un auténtico clon” del catalán.
Todo muy bien, todo muy bonito, pero como servidor, millones
de andaluces siguen sin enterarse de qué es es eso de la
realidad nacional. Y todo porque, Zapatero, fue incapaz de
explicarnoslo con claridad meridiana. Igual, amigo guardia,
todo sea dicho con el debido respeto, es que ni Zapatero
sabe lo que quiere decir al emplear la frase de la realidad
nacional para Andalucía.
Para servidor, Andalucía es algo real, como la vida misma.
No es un juego de esos que tanto gustan a los niños y a
algunos papás donde todo lo que hay en él es virtual.
Andalucía es tan real, como que Cataluña, por mucho que se
empeñen, no ha sido jamás una nación, sólo fue un condado o
las Vascongadas un país.
Lo siento, sigo sin enterarme, como millones de españoles,
por qué razón Andalucía es una realidad nacional y Cataluña
una “nación”.
Y el Carod empeñado en votar NO al Estatut.
|