El varadero de Marina Seca atendió ayer a uno de sus
primeros megayates. Se trató de un ejemplar de 85 pies (unos
27 metros) de eslora, con matricula de la provincia italiana
de La Spezia y 6 metros de manga. La razón por la que esta
embarcación de lujo con base en Puerto Banús y un valor
aproximado de 4 millones de euros, realiza su varada de
mantenimiento en Ceuta es “la carencia de un varadero de las
condiciones tecnológicas y el nivel de servicios del de la
Ciudad Autónoma en otros puertos cercanos del Mediterráneo”,
según asegura la tripulación del buque, que llegó a Ceuta en
la mañana de ayer.
El yate está equipado con 6 camarotes, dos ‘suites’ con
baño, dos habitaciones dobles con baño y dos habitaciones
con literas para la tripulación, que exige un mínimo de tres
personas (patrón y dos marineros) y un máximo de cuatro
(contando el servicio y por cuestiones de espacio).
Esta embarcación de lujo cuenta con dos motores de 2.200 CV
capaces de desplazar las 80 toneladas del yate a una
velocidad máxima de 25 nudos, para lo que consumiría una
cantidad de combustible de 200 litros por hora. A velocidad
de crucero (15 nudos) los motores gastarían unos 100 litros
por ‘barba’, una cantidad que permitiría una autonomía de 30
horas o 500 millas marítimas para un barco que cuenta con 6
toneladas de combustible en sus tanques principales y 2
toneladas en los auxiliares.
Izado
Antes de proceder al izado del barco, los técnicos del
varadero emplearon una cámara submarina para comprobar que
los apéndices del mismo (timones, quilla, ejes
estabilizadores) no se dañarían en la maniobra. “Al no haber
subido aún con el ‘travel lift’ este barco, debíamos
asegurarnos de sus características para evitar
contratiempos, aunque esta operación no tendrá que volver a
realizarse en sucesivas varadas”, explicaron los
responsables.
Respecto a las complicaciones técnicas, el jefe del varadero
aseguró que “lo más complejo es la localización del eje de
gravedad para que no se valancee. Éste suele tener una
orientación cercana al centro de la eslora, un metro
escorado hacia popa, ya que ahí llevan el motor”.
Otro de los principales obstáculos, que afortunadamente no
hubo que sufrir en la tarde de ayer fue el viento. “Si es
superior a 60 kilómetros por hora no es aconsejable la
izada”, explicó el jefe del varadero.
Reparaciones
En cuanto a la reparación que demandaba el buque, se trata
principalmente de un mantenimiento y puesta a punto de cara
a su utilización en los meses de verano y consta del
limpiado y pintado, así como el cambio de ánodos.
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