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SUCESOS - MARTES, 23 DE MAYO DE 2006


jorge gil pacheco. nicol's.

audiencia provincial / caso 'kimbi'
 

“Luchar contra el aparato
del poder es muy difícil”

Gil Pacheco dice que los imputados
son inocentes y que, aunque no puede acreditarlo, “hubo alguien detrás de todo”
 

CEUTA
Verónica Fernández
veronicafernandez@elpueblodeceuta.com

El otro letrado que ayer expuso sus conclusiones ante el tribunal de la Audiencia Provincial de Cádiz en Ceuta fue Jorge Gil Pacheco, encargado de la defensa de M.A.A. el otro supuesto ‘cerebro’ de la emboscada que le costó la vida al ‘Kimbi’ en la Nochevieja de 1999 y que, en esas fechas, también se encontraba en la ciudad santa de La Meca, en Arabia Saudí. Al igual que su colega, solicitó la absolución para su cliente y del resto de imputados por considerar que no hay pruebas que sirvan para condenar a quienes se sientan en el banquillo de los acusados.

Para el letrado del turno de oficio el escrito de acusación de la Fiscalía y la acusación particular se parece al guión de una película en la que los procesados son inocentes “pero luchar contra el aparato de poder es muy difícil y, aunque no lo podemos acreditar, hubo alguien importante detrás de todo esto”. Respecto a las continuas afirmaciones vertidas en la sala en las que se decía que todos los testigos que decían lo contrario a Malika estaban “comprados” y mentían, señaló que tal vez la realidad fuera justo la opuesta y que el hecho de que la mayoría de los testigos presentados por la defensa fueran amigos o familiares se debía exclusivamente a que el asesinato se produjo en una fecha especial y “de carácter familiar para los musulmanes”.

Una de las principales críticas que le hizo a la parte acusadora, fue que no mantenían una postura clara con respecto a la validez de las declaraciones previas de los testigos: “dicen que lo que vale es la declaración en el acto del juicio del testigo de cargo mientras que con la pastelera dicen que lo único que vale es lo anterior y no lo de ahora”.

Gil recordó al tribunal que el Tribunal Supremo reconoce el valor de la declaración del testigo de cargo aunque “debe estimar con suma cautela el testimonio de éste cuando ésta es la única prueba que puede llevar a unas personas a la cárcel”. Por este motivo y por la falta de pruebas, el abogado ceutí apeló en varias ocasiones al tribunal para que hiciese uso del principio ‘in dubio pro reo’ y dictara una sentencia absolutoria para todos los acusados al tiempo que instaba al tribunal a tener muy presente que el testigo de cargo fue detenido por la Policía “tras pegar cuatro tiros a la puerta de un pub porque no le dejaron entrar” y que su testimonio no era suficiente para romper el principio constitucional de presunción de inocencia.

Respecto a la versión dada por el testigo de cargo, señaló que ésta no era consistente, porque no se había mantenido inmutable a lo largo del tiempo y que A.A.D. tan sólo había seguido “las instrucciones expresadas por Malika que ha sido quien ha influido directamente en las declaraciones de éste tal y como reconoció el ex cuñado de ella”.

Otros datos que para la defensa de M.A.A. restan credibilidad al testimonio del herido son la falta de datos periféricos que corroboren los hechos así como las declaraciones de testigos como el ‘Bicicleta’ que aseguró que éste le había confesado que sólo eran dos encapuchados pero que Malika le dijo que tenía que decir otra cosa “para implicar a A.A.A. y M.A.A. porque les tenía muchas ganas y que, a cambio, le proporcionaría el mejor abogado”. Los errores iniciales en la identificación de los autores del tiroteo también fueron considerados un elemento de descrédito ya que Gil considera que las lista de nombres iba variando “según se iba confirmando que esas personas no podían haber sido porque estaban fuera de Ceuta el día de los hechos”.

“No es lógico que diga que no sabe cuáles son los motivos del tiroteo y luego señale a mi cliente como uno de los cerebros de la operación. Por eso, consideramos que su testimonio no debe ser considerado válido”.

El asunto de los dos encapuchados a los que se refieren varios testigos presenciales de los hechos apoyan esta teoría de la defensa porque “no tienen porqué mentir y máxime cuando varias personas próximas al testigo de cargo y a la familia del fallecido han reconocido que se elaboró una lista de imputados en colaboración con la Policía”.

Para Gil no existe ninguna prueba indiciaria de los hechos que se les imputan a los acusados y todo se basa en “una simple sospecha porque llegado el momento del informe seguimos sin saber cuáles son esos indicios categóricos que demuestran la participación de los acusados como inductores”. Otra muestra irrefutable de que la acusación particular no tiene una base sólida fue el careo: “los testimonios de Malika y el testigo de cargo se vinieron abajo ante la contundencia de la declaración del ‘Bicicleta’ por ello tuvieron que recurrir a los insultos”.

Vehículo

“La mera ocultación o devolución de la prueba del coche es más que suficiente para dictar una sentencia absolutoria”, señaló la defensa de M.A.A. Para el letrado está claro que la entrega del vehículo supone la pérdida de una “prueba de vital importancia que invalida todo tipo de pruebas relacionadas con el vehículo”.

Gil Pacheco mantuvo, en sus conclusiones, la inocencia de su cliente y terminó su intervención apelando de nuevo al principio de ‘in dubio pro reo’ por entender que no hay pruebas que puedan considerarse incriminatorias.
 


“Creo que el testigo se tiró al suelo y no los vio”

Para Jorge Gil y su defendido lo que sucedió aquella noche está bien claro: el testigo de cargo, al ver que era objeto de un tiroteo, “se tiró al suelo del vehículo y no vio nada, ni a los pistoleros, que iban encapuchados, ni nada aunque luego se vio obligado a mantener otra versión para lograr sentar a estas personas en el banquillo de los acusados”. Por este motivo, en un primer momento, el testigo de cargo “no sólo nombró a mi defendido sino que lo reconoció fotográficamente pero al saber que estuvo en La Meca dijo que lo había confundido con otro de los acusados”.
 

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