Leo que unos políticos se han
reunido para anunciar el nacimiento de un foro de debate,
titulado La izquierda en Ceuta, que pretende poner de
acuerdo a las fuerzas progresistas. Es decir, que ellos
piensan que Ceuta está estancada política y socialmente, y
tratarán con sus conocimientos de buscar soluciones
encaminadas a que los ciudadanos disfruten de un futuro
mejor.
Loable idea si quienes la proponen, salvo alguna excepción,
no fueran ex políticos que tuvieron su oportunidad y pasaron
por sus cargos con más pena que gloria. Y, desde luego,
habría que recordarle a Alejandro Curiel que
lo de volver al 82, cuando España votó socialismo y en Ceuta
gobernaron los socialistas en el Ayuntamiento, me parece, de
entrada, un mal ejemplo.
Pues de aquella época, estimado Alejandro, lo mejor que
hicisteis los socialistas de esta tierra es celebrar el
arrollador triunfo de Felipe González en las
urnas. Una noche en la cual recuerdo que Fraiz se
curó de una afonía, repentinamente; que Arrillaga
dedicó el triunfo a los socialistas que hicieron posible el
partido; que Rallo destacó la victoria de la
democracia; que Fructuoso Miaja recordó que no
son golpistas todos los que visten uniforme militar; y donde
tú lloraste a lágrimas vivas, pensando, tal vez, que podrías
ser diputado si acaso Fraiz terminaba siendo alcalde.
A partir de ahí, pronto empezaron las desavenencias y las
disputas internas eran diarias y escandalosas. Y todo porque
los militantes más destacados os pusisteis a reclamar la
parte de la tarta prometida. Tú, Alejandro, te sentiste bien
pronto engañado por Fraiz. Quien te puso al borde de la
histeria. Y nunca me extrañó que te subieras por los paredes
y hasta padecieras trastorno funcionales. Ya que el perillán
de Fraiz te privó de haber cumplido la ilusión de tu vida:
la de sentarte en un escaño en el Congreso de los diputados.
Con lo mucho que tú deseabas ser un padre de la patria.
Aquello, ciertamente, fue una mala jugada. Lo reconozco cada
vez que se tercia la ocasión de hablarlo. Pues bien, tampoco
fue moco de pavo la reyerta entre Aurelio Puya
y el trencilla Francisco. ¿O no te acuerdas? Y podríamos
enumerar una lista de hechos condenables en los plenos con
intervenciones de la Policía Local.
Así, Alejandro, por el mucho afecto que te tengo, y tú lo
sabes, bien harías en no recordarnos que sería buena cosa
para la izquierda volver a la situación de 1982. Otra cosa
es que desees que el PSOE de Ceuta consiga más diputados de
los que actualmente tiene en el Ayuntamiento. Lo cual sería
hasta bueno para la ciudad. Pero se te ve el plumero: lo que
quieres, por encima de cualquier otra cuestión, es que
Juan Luis Aróstegui meta las narices en la
calle de Daoíz y termine desalojando de ella a Antonia
María Palomo.
Por cierto, la secretaria general de los socialistas ceutíes
se habrá dado cuenta de que cuanto le dije en su día se ha
convertido en una realidad: Basilio Fernández
lleva mucho tiempo tratando de moverle la silla. Y ha
aprovechado la ocasión para hacerse el visto. Basilio tiene
presencia, maneras y es un profesional de la abogacía que,
como otros muchos, gustan más de la política activa que de
patearse los juzgados. Pero, actualmente, carece de tirón.
Pasó su tiempo, y cualquier reaparición puede ofrecerle la
dura realidad: que lo voten los suyos... De los demás
componentes aparecidos en la fotografía que ilustra la
noticia del nacimiento del foro para debatir, no quiero
opinar. Aunque si lo haré de la situación actual: el PP no
debe dormirse en los laureles, debido a que Juan
Vivas sea un valor incalculable. Pues sin él, seguro que
en poco tiempo el partido pasaría por una crisis de la que
tardaría un siglo en recuperarse. Oído al parche.
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